Tal día como hoy, hace ya dos décadas, perdía la vida uno de los mejores boxeadores que ha dado este país. Pedro Carrasco falleció el 27 de enero de 2001 a consecuencia de un infarto, a la temprana edad de 58 años. Tras de sí dejó a una hija huérfana de padre, Rocío Carrasco, fruto de su relación con Rocío Jurado; y a una viuda que todavía llora su pérdida, Raquel Mosquera. La situación familiar actual no tiene nada que ver con la de entonces, y su primogénita llora hoy la muerte de un padre con el que nunca pudo reconciliarse antes del terrible suceso. ¿Cómo pasarán los seres queridos del campeón de Europa este amargo aniversario? Sigue leyendo, te contamos más detalles a continuación.
La confesión más dura de Raquel Mosquera que hunde a Rocío Carrasco
> Por aquel entonces, muchos medios ensalzaban la buena relación que había entre la heredera universal de la más grande y su padre. Ambos estaban muy unidos y su vínculo no se rompió a pesar del divorcio entre la cantante y el boxeador. Sin embargo, poco después de la muerte de Pedro Carrasco empezaron a sonar con fuerza los rumores de que padre e hija se habían distanciado en las últimas semanas a consecuencia de un tenso desencuentro. Las habladurías y las especulaciones iban in crescendo hasta que Raquel Mosquera confirmó que habían discutido durante la noche de Reyes, 22 días antes de que el deportista perdiera la vida.
“Pedro llevaba muy mal el distanciamiento con Rocío Carrasco. Sufrió mucho. Yo no podía ver a mi marido así… Yo convencí a Pedro de comprar unos regalos y llevárselos a los nietos, para así entrar en una conversación y arreglarse. Fuimos y estaban Rocío y Fidel. Y la conversación que tuvieron, conmigo se irá a la tumba. Pedro, cabizbajo, me cogió de la mano y me dijo ‘cariño, vámonos’”, explicó Raquel Mosquera en Sábado Deluxe, aunque sus declaraciones más duras llegaron poco después, cuando la peluquera dejó caer que el enfrentamiento con su hija había provocado el infarto de Pedro Carrasco, vertiendo sobre ella parte de la culpa de su muerte.
“Creo que Pedro falleció por esa discusión. Y los psicólogos lo saben. Después de esa discusión, Pedro se pasaba las noches fumando tres cajetillas diarias mirando al cielo”, sentenció Raquel Mosquera. Sus palabras le costaron una demanda de parte de la aludida, que nunca se ha pronunciado en este sentido. En cualquier caso, de seguro que hoy será un día amargo para Rocío Carrasco, puesto que el amargo aniversario de la muerte de su padre se junta con todos los frentes abiertos que tiene con sus hijos, Rocío y David Flores. Lo cierto es que debe costarle encontrar una sola razón para sonreír…
Siguiente: Un aniversario sin homenajes
