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Paz Padilla echa a su hija de casa y Anna se vuelve loca

Paz Padilla está acostumbrada a ser el centro de atención. Bien sea por su talento, o por alguna de sus polémicas declaraciones, su nombre suena con frecuencia en muchos medios de comunicación. Después del trágico fallecimiento de su marido, se ha convertido en uno de los personajes de entretenimiento más queridos por la audiencia. Durante todas las Navidades, el público le ha mostrado su cariño para intentar que se sintiera más acompañada. A pesar de lo delicada que resultan estas fechas para ella, la presentadora no ha querido dejar atrás ninguna de sus tradiciones. Tal es así, que, la humorista, se ha visto obligada a echar a su hija, Anna Ferrer, de casa, ¿Quieren saber el motivo? Las redes sociales han estado muy pendientes de la familia, pues estaban expectantes por conocer uno de los grandes misterios de los Padilla, ¿Se imaginan de qué se trata? 

 

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Xoan Viqueira, el hombre que ocupa el corazón de la humorista 

paz padilla y xoan

 Paz Padilla siempre se ha mostrado muy hermética con su vida privada. Pero, desde que se vio afectada por la trágica muerte de su marido, ha perdido el miedo a exponer su intimidad. Por ello, conocemos que la presentadora está rodeada de muchos amigos que le han ayudado a superar la pérdida. Una de las personas que siempre está a su lado es el ilustrador Xoan Viqueira, exnovio del director de Sálvame, David Valldeperas. Este artista, le ha mostrado su apoyo una vez más, y no ha parado hasta cumplir el último deseo de la presentadora: convertir su salón en el reino de los elfos.  

Hace mucho tiempo que Paz contaba con la ayuda de su marido para preparar la celebración del Día de Reyes. Así que, la noche del 5 de enero, es una fecha muy delicada para la presentadora. Por ello, Xoan Viqueira, no ha dudado en pasar todo el día con su amiga y ayudarla a envolver los regalos. El ilustrador fue publicando en su cuenta de Intagram como estaba siendo todo el proceso. Mientras que él decoraba los paquetes, la humorista preparaba en una máquina de coser las piernas de unos divertidos elfos. “Otro año que me meto en un liazo gordo”, decía Paz entre risas.  

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