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Isabel Preysler, Tamara Falcó y la cruda realidad de su cocina y la tuya

Tamara Falcó e Isabel Preysler sorprenden con su tradicional reportaje de Navidad. Te desgranamos la cruda realidad de tus navidades y las tuyas, de tu cocina y la suya y es que la vida de los VIP es así y más si hay que sacarla a toda costa.

¡Mira que nos gustan Isabel Preysler y Tamara Falcó! ¡Mira que las queremos como personajes populares! Pero lo de su última exclusiva no tiene parangón y parte de la opinión pública lo ha tildado de sinsentido. Y esclusiva por llamarlo exclusiva porque lo que es, es un publirreportaje en toda regla. Lo curioso de esta entrevista son las cosas que son capaces de hacer sacar a relucir en un reportaje que nunca nos hubiéramos pensado con unas declaraciones que sorprenderán al común de los mortales.

Isabel Preysler entra en la cocina… para verla

Isabel Preysler, Tamara Falcó y la cruda realidad de su cocina y la tuya

Muy guapa Tamara aparece cual forzada que parece que se va a romper. Pero es que la vida de las socialités es así. Sorprendidos nos hayamos con las reflexiones de la madre del cantante Enrique Iglesias.

Y es que cuando le preguntan que si ella se mete en la cocina, muy segura responde que ahora sí que se mete mucho en la cocina. Y hasta aquí todo perfecto hasta que continua: «Ahora sí. Me encanta entrar continuamente para ver lo ideal que ha quedado«… Ahí, Isabel, Isabel. Menos mal, que Tamara lo ‘arregla’: «(Mi madre) solo entra para comer o a desayunar».

El otro zasca de la cruda realidad de la ‘mujer’ del Premio Nobel es que para que le monten su cocina nueva le han tenido que poner una carpa con una cocina auxiliar… Sorprendido te quedas al ver que en una casa con tanto cuarto de baño solo tengan una cocina… Seguro que ha tenido que ser de infarto. Igualito que tú, que si cambias la cocina, pones el frigorífico en otra habitación y enchufas el microondas en cualquier otra parte de tu hogar… Ver para creer.

También revela nuestra querida Isabel Preysler que el escritor no cocina. Tan solo un día, entró Mario Vargas Llosa a hacer unos huevos fritos y fue tal desastre que no lo ha vuelto a intentar. ¡Menos mal que no le ha ocurrido lo mismo cada vez que se ha puesto a escribir un libro!

La Navidad ha llegado con Isabel Preysler y Tamara.