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Los empujones de Miguel Frigenti por alcanzar la silla de Sálvame

Un chico de pueblo al que le encantaban los realitys y todo lo que tuviera que ver con la televisión, así era en sus inicios Miguel Frigenti. Ahora ya no queda nada de ese niño, y se ha convertido en un imprescindible para la corporación de Telecinco. Los debates son lo suyo aunque en más de uno ha tenido algún que otro disgusto. Hemos conocido su historia y le hemos visto crecer hasta lo más alto, no sin antes, pelear por conservar su silla en los programas de la cadena.

El drama que vivió de pequeño y le hizo más fuerte

Los empujones de Miguel Frigenti por alcanzar la silla de Sálvame

Sus años de infancia y preadolescencia fueron muy duros para el colaborador. Ha llegado a confesar ante las cámaras que sufrió bullying por su condición sexual. Una etapa muy complicada que le marcó para siempre. Fue en Sálvame cuando se conocía la noticia de que Pablo Alborán era homosexual cuando Frigenti se abrió. El colaborador opinaba que era un acto de valentía por parte del cantante y comenzaba a contar su historia.

«A mí me han pegado en mi pueblo por ir de la mano con mi novio”, empezaba a relatar, “A mí me robaron mi infancia. Yo estaba en el colegio solo. Ningún profesor se preocupó. A mí me llamaban mariposón, mariquita» nos confesaba. Al final, llegó un día que Miguel no tenía ganas de nada, con 23 años llamó a su madre, le explicó lo que pasaba y empezó a hacer terapia. Su filón sería Madrid, junto a sus hermanos, a los cuales conocimos en el concurso Revientaprecios. A partir de este momento su vida daría un giro de 180 grados.

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