Isabel Pantoja es una de las cantantes más famosas de este país. Ha desarrollado gran parte de su carrera en el extranjero, consiguiendo llenar escenarios tanto de España como de Latinoamérica. La tonadillera podría haber amasado una gran fortuna, sin embargo, ha sido noticia más de una vez por sus problemas económicos. Podría haber llegado a cobrar hasta 80.000 euros por participar en Supervivientes 2019 y su caché en conciertos ronda los 100.000. Pero, ¿Todo lo que tiene lo ha ganado con su trabajo? Hace muy poco, Kiko Rivera le acusaba de haberle arrebatado parte de la finca Cantora, la residencia familiar. Este dato nos ha animado a investigar parte del patrimonio de la cantante. Siempre estuvo muy bien relacionada: Encarna Sánchez, Juan Gabriel, Julián Muñoz, ¿Pudo sacar dinero de estas personas?
Encarna Sánchez le ayudó a recuperar 1 millón de euros
> Por todos es conocido la estrecha relación que tuvieron la cantante y la periodista. Se conocieron en 1990, cuando la tonadillera conquistó a Encarna a través de las ondas. Isabel atravesaba por algunos problemas financieros después de que su finca Cantora sufriera un embargo. Su amiga le prestó 70 millones de pesetas para liberar el inmueble y la ayudó a recuperar parte de la herencia de su marido. Paquirri poseía una alta cantidad de dinero en el extranjero. “Rondaba el millón de euros”, asegura Antonio David. Juntas lo trajeron desde Gibraltar, y no lo repartieron entre los hijos mayores del torero, como era su voluntad. Según el colaborador Kiko Matamoros. Este era íntimo amigo de Carmina Ordoñez, primera mujer de Paquirri, y asegura que Pantoja vendió a su amiga Encarga una finca La Garza, que estaba a nombre de ella.
Isabel también le vendió a Encarna una oficina situada en el centro de Madrid, concretamente en la Calle O’Donnell. Tenía 105 metros cuadrados y la periodista terminó comprándola para convertirla en sede de una de sus empresas: Plataforma SL. Otro de los detalles que tuvo con su amiga, según los medios de la época, fue alquilarle un teatro, cuyo precio ascendía a 200 millones de pesetas, para una de sus actuaciones.
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