Si hablamos de parejas de OT, a todos nos viene a la cabeza Bisbal y Chenoa, una historia de amor que vivimos casi en directo y que tras el concurso no ocultaron. La cosa no acabó bien y sigue trayendo cola, pero al menos duraron. Operación Triunfo es un concurso de canto, pero el encierro dentro de la academia siempre ha tenido una segunda raíz de fondo como son las parejas de triunfitos. La mayoría presumían de amor eterno pero ser rompieron de un plumazo.
Pocas son las generaciones en las que no ha pasado nada, y menos las ocasiones en las que el programa no ha tardado en tratar de sacar tema donde no lo había. Pero la lista es amplia y eso que seguramente algunas no han trascendido o fueron meros líos. A pesar de que reinan las rupturas, OT ha propiciado matrimonios o, incluso, hijos entre los concursantes, pero son la excepción. De hecho, Guillermo y Lidia, de OT 4, son los únicos felizmente casados. De 182 triunfitos, mala estadística. Pero nos centraremos en las que no duraron mucho y parecía que la cosa era seria.
Aitana y Cepeda, de OT 9
Terminamos con la última edición y por proximidad pero también trascendencia es ya quizá la relación más famosa y tempestuosa tras la de Bisbal y Chenoa, hasta que llegaron Alfred y Amaia. Aquí hemos hablado de ella varias veces. Esta pareja es una de las que más ha revolucionado el universo OT. Sobre todo el reciente.
El morbo añadido es que ambos entraron con pareja a la academia y para muchos llegaron a tontear. Si algo quedó claro es que había algo más que una amistad por parte de ambos. En muy poco tiempo se destrozaron las relaciones de los dos y no tardarían demasiado en confirmar su noviazgo. Eso sí, pese a lo que muchos de sus fans deseaban, el idilio duró más bien poco. Ahora Aitana tiene una relación mucho más consolidada con el actor Miguel Bernardeu, hijo de Ana Duato.
(No incluimos a los nombrados Alfred y Amaia para acabar porque protagonizaron una bonita historia de amor, una dolorosa ruptura, pero parece que ahora han vuelto).
