Al promover el álbum ‘Smile’ – que se estrena este viernes 28 de agosto – Katy Perry, ha hablado extensamente sobre la intensa depresión con la que luchó después del fracaso del álbum ‘Witness’ (2017), que se vio agravada por su ruptura con su entonces novio y ahora prometido Orlando Bloom.
Pese a todas sus buenas intenciones, en ‘Witness’ se sentía cansada; pero en ‘Smile’, Perry suena rejuvenecida. Es un alivio escucharla redoblar en lo que hace mejor: bops (estilo musical del jazz) efervescentes con mucha sutileza emocional. Por lo que ‘Smile’ salta fácilmente del pop puro al baile de club, que persigue la euforia con una pizca de gospel introspectivo.
Katy Perry sorprendió a sus seguidores al estrenar el nuevo video de su sencillo ‘Smile’
A pocos días del nacimiento de su hija, Katy Perry estrenó el pasado 14 de agosto el video musical para su canción ‘Smile’, en el que se ve a Perry con varios disfraces de payaso, con maquillaje y todo, y también se anima cuando salta a un videojuego.
Todo esto pasa cuando Perry, mientras hornea un pastel con su panza en pantalla completa, nota una computadora portátil instalada en su sala de estar con un videojuego llamado ‘Smile’ – con temática de carnaval – al que la cantante decide jugar; cuando elige a su avatar (un payaso triste) su ropa de la vida real se transforma de inmediato.
A partir de ahí, se enfrenta a una serie de desafíos que uno vería en un carnaval, incluida la competencia en una competencia de hombres fuertes y estar atada a una tabla giratoria mientras le arrojan cuchillos.
Y aunque su avatar es un payaso triste, Perry no puede hacer nada más que sonreír al final del juego mientras baila con otros artistas del circo. De vuelta en la vida real, ella todavía está disfrazada y rompe ese pastel que hizo en su propia cara.
El divertido video musical viene después de que Perry lanzara un video musical de actuación a escala reducida de ‘Smile’ a principios de este verano.
Según Los Angeles Times, la cantante de 35 años ha estado filmando sus videos en un almacén en Burbank, California, con un equipo de 10 personas que se someten a pruebas repetidas de COVID-19.
