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La historia de superación de Anabel Pantoja: orgullosa (por fin) de su físico

Anabel Pantoja siempre permaneció bajo la sombra de su familia. Ser sobrina y prima de no es fácil, sobre todo cuando ellos, originales de la fama, copan todas las portadas. Sin embargo, Anabel ha sabido utilizar sus contactos para hacerse un hueco -oportunidad- en el mundo de Telecinco al que están abonada su tía Isabel Pantoja y sobre todo su prima Chavelita. Esta visibilidad e ingresos le han dado la oportunidad de monetizar sus redes sociales en las que de vez en cuando colabora con alguna marca promocionando sus productos, además de seguir con sus varios negocios fuera del universo televisivo -recientemente abrió un salón de belleza-. La suya es una historia de superación profesional y personal. Lejos ha quedado esa joven tímida con su cuerpo. Ahora se ve a sí misma cañón y se nota ese orgullo por su físico (por fin).

LA OBSESIÓN CON LA COMIDA

La empresaria y colaboradora de Sálvame siempre ha reconocido que tiene una relación muy tóxica con la comida. Hasta la reducción de estómago con banda gástrica se alimentaba de muchos dulces y practicaba muy poco ejercicio. Abierta y sincera, siempre ha reconocido que sigue teniendo esos impulsos a comer comida poco saludable, por lo que en su caso ha optado por mantener la banda gástrica, además de estar en tratamiento para superar esa obsesión con la comida. Para ella, la alimentación es la clave para saber cuándo está bien y cuándo no. Con todo, aunque aún quiere perder algún kilo más, afronta el reto con una filosofía más madura y segura de sí misma.