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Famosas que han sufrido trastornos alimenticios

En el mundo del espectáculo, suele creerse que la imagen lo es todo. Es así como, impulsadas por el deseo de ‘la figura perfecta’ y la presión por tener mantener la imagen ante el público y las cámaras, muchas famosas sucumben ante una obsesión que conlleva – entre otras cosas – a padecer trastornos alimenticios.

Sufrir un trastorno alimenticio es una pesadilla provocada por una sociedad obsesionada con ‘la figura perfecta’, que no solo afecta la manera en que la persona se percibe a sí misma, sino que es un asesino silencioso del cual es difícil escapar. Así le sucedió a Karen Carpenter, la talentosa y legendaria cantante y baterista de The Carpenters, quien, a pesar de ser admirada por miles y envidiada por quienes deseaban tener un poco de su hermosura, sufrió de anorexia nerviosa, causada por el pánico que tenía de subir de talla, su baja autoestima y la depresión que le producía su entorno superficial. Y aunque logró solucionarlo en algunas ocasiones, el daño que le provocó a sus órganos internos fue irreversible, causándole una trágica muerte a una edad temprana.

Estos problemas son más claros en Hollywood, la cuna del estereotipo de la persona delgada y hermosa, en donde decenas de artistas e intérpretes sufren de trastornos con tal de ser aceptados y encajar con el resto de las personas.

Afortunadamente, estas figuras han logrado escapar de esa pesadilla y hoy sirven de inspiración para quienes sufren de este tipo de desórdenes, ayudándolas a aceptar su cuerpo con sus historias y experiencias, afirmando que no se necesita dejar de comer o vomitar para encontrar un lugar en el mundo.

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Christina Ricci

La actriz Christina Ricci declaró: “Hollywood me hizo anoréxica” y que llegó a tener miedo de sí misma. Ella tenía 16 años cuando sufrió de trastornos alimenticios. Sus años dorados fueron atormentados por la enfermedad, llegando al punto de casi ser hospitalizada para tomar las riendas de su trastorno alimenticio.

Fue así que decidió luchar antes de ser obligada a comer a la fuerza. “Mi cerebro se había convertido en mi mayor tormento”, reflexionó años después de haber sobrevivido la odiosa enfermedad.