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La triste historia de Mark Ruffalo antes de triunfar en Hollywood

El tres veces nominado al Oscar, Mark Ruffalo (52), es uno de los pocos actores que ha sabido mantenerse en el espacio del cine independiente – del que provino – alternando superproducciones con películas de un tono más intimista y costo mínimo.

Es mucho de lo que el actor podría presumir o vanagloriarse, sin embargo, su éxito en la gran pantalla no ha logrado nublarle la vista. Ruffalo es muy apreciado en Hollywood y también uno de los actores más queridos tanto por compañeros de trabajo como por sus fans, a los que en ocasiones invita a los sets de rodaje.

Caracterizado por su sencillez y modestia, también es muy directo a la hora de hablar con la prensa. Fue en una entrevista con la revista Parade, en la que el actor – con la sinceridad que lo caracteriza – rindió declaraciones en las que resumió la dura vida que tuvo antes de ser mundialmente conocido.

“Durante mucho tiempo pensé que alguien tenía algo personal conmigo. Con cada nueva adversidad, protestaba, e incluso le protestaba a Dios, preguntando: ¿cuánto más voy a tener que soportar?”.

Uno de sus últimos papeles ha tenido excelentes críticas

Uno de los últimos papeles de Ruffalo fue en la miniserie televisiva de Derek Cianfrance, ‘La innegable verdad’ (I Know This Much Is True), basada en las memorias de Wally Lamb, y que se estrenó en mayo por la pantalla de HBO. En la producción, el actor interpretó al álter ego de Lamb, Dominick Birdsey, y a su hermano gemelo, Thomas, quien sufre de esquizofrenia.

La producción es lo más oscuro que ha hecho Cianfrance hasta la fecha, con quien Ruffalo quiso trabajar luego de ver ‘Blue Valentine’ y Cruce de caminos’.

En una desgarradora escena, el personaje de Ruffalo – Dominick – se pregunta qué puede hacer para salvar a su hermano, convirtiéndolo en un momento en el que resulta imposible no pensar en el actor que le da vida, cuando el protagonista emite las últimas palabras de la miniserie:

“Un día, finalmente, salí del bosque oscuro, dejé atrás mi pasado y el pasado de mi familia, tomando entre mis manos algo que considero cierto: que el amor crece al saber perdonar, y que la evidencia de Dios aparece en lo circular de las cosas. Esto, al menos, he advertido. Esto, al menos, sé que es verdad”.