A principios de los 90, Val Kilmer era uno de los actores más solicitados y todo un sex symbol en Hollywood, dotado de un gran talento para interpretar camaleónicos personajes. Todos recordamos su interpretación del mítico Jim Morrison en la película de Oliver Stone, “The Doors”, cinta que le costó unas cuantas sesiones de terapia psicológica, pues el actor no podía abandonar el personaje.
El actor egresado del prestigioso conservatorio Juilliard, lleva años fuera de la gran pantalla, en principio por algunos fracasos estrepitosos en el cine a principios del año 2000, por lo que emprendió una exitosa carrera en el teatro, pero quizás lo más relevante fue el cáncer de garganta detectado al actor californiano en el 2014.
3En el 2015, Val Kilmer se sometió a una traqueotomía
En 2015, Kilmer fue intervenido quirúrgicamente, seguido de quimioterapia y radioterapia. “Me destrozaron la garganta, sigue seca como un hueso”, dice.
Posteriormente, se sometió a una traqueotomía y desde entonces, su vida depende de dos tubos: la cánula en la garganta para respirar y una sonda directa al estómago con la que se alimenta a base de líquidos.
Esta situación ha contribuido con el deterioro físico del actor, quien se comunica con un aparato que se coloca sobre el cuello y que obliga a un esfuerzo del oyente para poder descifrar lo que dice.
“Extraño mi voz”, comenta. “También, mi risa: ahora me río como un pirata”, dice Val Kilmer.
El actor de “Fuego contra fuego”, pasa la mayor parte del tiempo en su casa de Nuevo México, en donde disfruta programas como «Top Chef», mientras sueña con el día en que comerá de nuevo. “Cuando eso pase terminaré como Orson Welles”, bromea.
Estos años han sido difíciles para el actor, con escasas ofertas de trabajo, la muerte de su madre -lleva a todas partes un collar de turquesas y coral que heredó de ella- y una que otra aparición pública en las que se cubre el cuello con pañuelos.
