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Bombazo: La verdad sobre la desaparición de Marisol

El mito de Marisol se forjó a base de lágrimas e interminables sesiones de trabajo. La malagueña no tuvo infancia, se la robaron. A sus padres apenas los veía. Cuando su madre iba a visitarla a casa de los Goyanes, dormía en la habitación del servicio. Ganó mucho dinero pero, al igual que otros niños prodigio, solo recibió las migajas. Tras su matrimonio con el hijo de su descubridor, Carlos Goyanes, recobró las riendas de su vida y desapareció. ¿Dónde está Marisol? ¿Qué ha sido de ella? Desvelamos el misterio que se esconde tras la retirada de la niña prodigio que encandiló a todo un país.

Marisol, ¿juguete roto?

Bombazo: La verdad sobre la desaparición de Marisol

> Muchos opinan que Marisol fue otro juguete roto. Sin embargo, no puede considerarse así dado que fue ella quien decidió la retirada cuando vio que no podía fluir tal como era. En este sentido, uno de sus grandes amigos tiene esta opinión: “Apartarse fue voluntario, un ejercicio de enorme dignidad, pensado. Ella no fue nunca una muñeca rota”. Uno de los mayores éxitos de Pepa Flores es haberse ganado el respeto de sus vecinos. En Málaga, respetan su privacidad, la aceptan como una más y eso ha permitido que pueda llevar esa vida normal que tanto ansió en su niñez y adolescencia.

Pepa Flores sale a la calle cada día: pasea, toma algo en los bares, hace compras. Lo que no hace es vida social”, explican en Vanity Fair sobre el día a día de la que fuera niña prodigio… Hasta hace unos años era voluntaria en una asociación de enfermos de esclerosis múltiple… También dirigía un coro de mujeres y una vez incluso les cantó, en privado”. Así es y así vive Pepa. Está muy feliz junto a Massimo, con quien convive desde hace más de tres décadas. Si hay algo que destaca en la artista es el amor a la familia. Es una madraza con sus tres hijas, María, Tamara y Celia. Hace años descubrió el placer de ser abuela. Tiene dos nietos y le encanta estar con ellos.