Gran Hermano fue todo un descubrimiento en su primera edición. La audiencia se enganchó a un formato que satisfacía el deseo de curiosidad. Era la primera vez que se podía ver la vida en directo. Fue ahí cuando arrancó la maldición del reality. La varita de la suerte ha tocado a muchos concursantes. La de la desgracia ha dejado juguetes rotos. Famosos de usar y tirar que han acabado en la cuneta de la vida. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
La maldición de Gran Hermano
Gran Hermano llegó a su fin tras diecisiete temporadas. El principio del fin empezó a escribirse cuando Mercedes Milá y Telecinco rompieron relaciones. La conducción del reality fue encargada a Jorge Javier Vázquez, que empezó con mal pie debido a las críticas de algunos ex concursantes. No le dieron ni una oportunidad y se abrió una brecha insalvable. La audiencia tampoco respondió.
El reality ha repartido éxitos y fracasos por doquier. Algunos concursantes no han encontrado su lugar y siguen anclados a una fama que les dio la espalda hace mucho. Es el caso de Fresita, que aún sueña con un concurso que la devuelva a la actualidad. O Aída Nizar, que sigue ejerciendo de mala, malísima mientras espera su gran ocasión. María José Galera intenta sobrevivir tras una vida de telenovela. Y es que muchos se enrolaron en Gran Hermano buscando una catapulta a la fama. De los pocos que lo hizo para vivir la experiencia, Quique Ramos, que se ha convertido en un auténtico dolor de cabeza para la edición VIP del famoso reality con sus soplos.
