Luis Enrique lo dejó todo en cuanto supo que su hija menor estaba enferma. Se encontraba en Malta, donde iba a jugar la Selección que él dirigía. Recibió una llamada telefónica y fundió a negro. El psicólogo de la roja le acompañó en avión a Barcelona. Tenía la misión de contenerle. A Xana le diagnosticaron una enfermedad grave. La familia hizo todo lo posible por su recuperación. El mister ocupa y preocupa porque no consigue remontar tan terrible pérdida. Te contamos todo a continuación.
Luis Enrique y su familia funden a negro
> En casa de Luis Enrique el recuerdo de Xana sigue muy presente. Todos están rotos. El tiempo pasa pero para ellos es como si se hubiera detenido. El periodista Jordi García Candau ha explicado el sentir del entrenador de fútbol: «La desgracia que se cebó en su familia lo convirtió en el ser humano que por su fuerte carácter no parecía. Luis Enrique muestra físicamente el dolor sufrido. Todavía no ha superado la muerte de su hija”.
Intentando mitigar el dolor, Luis Enrique ha retomado una de sus grandes aficiones, la bicicleta. “Hace kilómetros en los que en ocasiones coincide con otros aficionados de la zona con los que comparte alguna conversación”, escribe García Candau. El deportista se muestra tan afable como siempre. Sin embargo, según el periodista, “Quienes a veces se vuelven a encontrar con él mantienen la opinión de siempre, pero perciben en él un dolor que no puede disimular”.
