Telma Ortiz cambia de vida. Si durante años optó por un perfil bajo en Barcelona, la cooperante ha decidido empezar de nuevo. Y lo hace cambiándose de ciudad. Se instala en Madrid junto a su hija Amanda y su nueva familia. La que ha formado con Robert Gavin y sus dos hijos, un niño y una niña. Y atención porque la decisión de Telma es todo un órdago para Letizia. Vuelve la peor pesadilla de la reina. Te lo contamos todo a continuación. Sigue leyendo.
El tema tabú de Letizia
> Hay un tema tabú para doña Letizia, Érika Ortiz. La hermana menor de la reina falleció tras ingerir una cantidad importante de pastillas. Lo preparó todo a conciencia. Estaba sola la noche de autos. Había decidido que su hija, Carla Vigo, durmiera fuera. Fue al día siguiente cuando su novio encontró su cuerpo sin vida tras llamarla en varias ocasiones y no obtener respuesta.
Doña Letizia siempre fue muy protectora con Érika. Las cosas no acababan de salirle bien y ella y su pareja vivieron momentos complicados. Antonio Vigo no consiguió rentabilizar su obra artística y eso hizo que vivieran algunas estrecheces. Cuando Érika Ortiz murió estaba en un buen momento. Tenía trabajo estable, había encontrado el amor y soñaba con empezar una nueva vida. La separación con el padre de su hija se produjo de forma civilizada y no existían problemas derivados de la custodia de Carla.
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La hermana de la reina, exiliada
> Desde que se comprometió con don Felipe, Letizia Ortiz quiso que los suyos mantuvieran un perfil bajo. En el caso de Érika no lo consiguió. La captaban a la salida o entrada del trabajo, o bien cuando iba a llevar o recoger a su hija. Esas fotos salían publicadas y era entonces cuando la reina cogía el teléfono para recriminarle que no tomara las medidas necesarias y así evitar las imágenes. Al menos así lo explicó David Rocasolano en su best seller Adiós, princesa.
La vigilancia mediática de Letizia no se limitaba a su hermana pequeña, también la seguía con Telma. Sin embargo, la cooperante, cuando la reina le daba la bronca, sabía cómo salir indemne. Cuando Érika falleció, Telma decidió instalarse en Barcelona y empezó un macro juicio contra más de treinta medios de comunicación. Perdió y optó por pasar desapercibida. Lo consiguió gracias a un pacto que las revistas hicieron con Casa Real mediante el cual acordaron que no se comprarían imágenes de ella.
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Vuelve la peor pesadilla de Letizia
> La reina está de los nervios. Ahora que tenía las cosas controladas en relación a su familia política, va su hermana y las descontrola. Y es que Telma ha decidido iniciar una nueva vida en Madrid. La cooperante está muy enamorada de Robert Gavin y van a vivir juntos con sus respectivos hijos. Él tiene dos, un niño y una niña, y ella a Amanda.
Esta nueva andadura de Telma en la capital está generando mucho interés. Los fotógrafos ya hacen guardia a las puertas de su trabajo. La hermana de la reina ya no goza de la protección de antaño y es objeto del deseo por parte de los medios. Sus aventuras y desventuras interesan al personal. Y más en su caso, que ha estado casi una década exiliada en Barcelona.
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Saltan chispas entre Letizia y Telma
> La obsesión de doña Letizia porque sus familiares no den que hablar sigue vigente. Por tanto, ya ha advertido a Telma que tome todas las precauciones necesarias porque no desea verla semana sí y semana también en prensa. La cooperante intenta tomar medidas y para eso ha solicitado horario flexible. De esta forma los reporteros lo tendrán complicado para localizarla pero no imposible.
A Telma sigue sin gustarle la obsesión de su hermana por controlar su vida. Su tiempo de duelo ya pasó y ahora quiere vivir libremente. Está cansada de esconderse y hacer vida de ermitaña. No parece que su novio, Robert Gavin, esté por la labor de que desde Casa Real la reina o quien sea meta las narices en sus asuntos. Por desgracia, esto ya sucedió con Jaime de Marichalar cuando él y la infanta Elena abandonaron París para establecerse en Madrid. Jaime acabó harto de la intromisión por parte de Zarzuela en asuntos privados del matrimonio. Dicen que esa fue una de las causas del divorcio de la pareja.
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El sufrimiento del nieto favorito de doña Sofía
> Cuando el escándalo estalló sobre Iñaki Urdangarín, su hijo mayor se enteró de todo. Tenía trece años y manejaba internet. Por más que que sus padres quisieron protegerle, fue imposible. Juan Valentín fue testigo de los insultos que proferían contra sus padres cuando iban por Barcelona. Aunque los ex duques de Palma se apresuraron a hacer el traslado a Ginebra, su primogénito tuvo tiempo suficiente para conocer la otra cara de la moneda.
Juan Valentín es el nieto favorito de doña Sofía. Es tranquilo, reflexivo y disfruta de la compañía de su abuela. La reina emérita se ha volcado con él consciente del sufrimiento que lleva encima desde hace años. A los problemas generados por el comportamiento de su padre, el chico acusa el desdén de don Felipe y doña Letizia. No se le escapa que su presencia no es bien recibida por los reyes. De hecho, doña Sofía tuvo que llamarle la atención a su hijo para que tuviera un gesto con sus sobrinos. Así consiguió que los llevara una tarde en Palma a navegar. Por la noche, disfrutaron de una cena a la que se unió Letizia, Leonor y Sofía. La reina no quiso compartir jornada marinera con sus sobrinos e impidió que lo hicieran sus hijos.
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Contundente advertencia de doña Sofía a Letizia
> Desde que la infanta Cristina y sus hijos fueran readmitidos en la familia real, las cosas han cambiado. La vuelta a casa se materializó a ojos del mundo en el ochenta cumpleaños de doña Sofía con una fotografía donde posó la familia al completo. Esto ha hecho que Cristina y sus hijos vuelvan con asiduidad a España. Juan Valentín lleva un tiempo instalado en Madrid. Ya tiene veinte años y aprovecha el tiempo para sacarse el carné de conducir y disfrutar de la ciudad en compañía de familiares y amigos.
A propósito de la estancia de Juan Valentín en Zarzuela, doña Sofía lanzó una contundente advertencia a Letizia. Fue la semana pasada cuando el joven celebró su cumpleaños número veinte. En palacio se organizó una fiesta a la que no asistieron los reyes y sus hijas. Doña Sofía cogió a su nuera por banda y le dijo que nada de ponerle palitos en las ruedas a su nieto favorito. Le recordó lo mucho que había sufrido para lo joven que era y pidió que lo dejara tranquilo.
