BelĂ©n Esteban está muy subida. Escuchándola se dirĂa que su boda es la de una princesa, tipo Carlota Casiraghi. Ciertamente, la rubia está convencida de que su enlace es objeto del deseo por parte de todos los medios de comunicaciĂłn y no hace más que enviar advertencias que muestra su soberbia y altivez. Está muy crecida cuando, ni mucho menos, la exclusiva de su boda estará en el top ten de las mejor pagadas.
Belén despega los pies del suelo
> Poco o nada tiene Belén Esteban que explotar a nivel de exclusivas. Hace tiempo que su vida y milagros no interesan. Desde que su hija le cortara las alas en relación a hablar de ella y de los Janeiro, llegó su ocaso. Hace muy poco se filtraba que en Telecinco está pensando en prescindir de ella dado que ha perdido encanto mediático. Ya no concita audiencias millonarias como antaño y los belenazos son historia. Sin embargo, lejos de mostrar una actitud más acorde a sus circunstancias, se exhibe más subida que nunca. Como si estuviera tres mil metros sobre el suelo.
Belén intenta abrirse paso como colaboradora-opinóloga. Intenta meter baza para aportar su punto de vista. Y lo hace callando a algunos compañeros. En ocasiones, roza la falta de respeto, pues no duda en referirse a Antonio Montero y Gustavo González como “Adosados”. Término incorrecto dado que los periodistas no comparten circunstancias personales con ella y, por tanto, imposible explotar algo que no existe. Pero asà es la Esteban, el mundo gira a su alrededor.
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Belén declara la guerra a la prensa
> Lo cierto es que la Esteban y el Migue están tomando muchas medidas para salvaguardar la exclusiva de su enlace. Los invitados no podrán llevar teléfonos móviles. Además, la de Sálvame ha dado orden de instalar focos que apunten al exterior de la finca para asà deslumbrar a los paparazzi que intenten hacer fotos. Y como esto no es suficiente, ha contratado un sistema antidrones.
Y es en el tema drones donde Belén ha mostrado su cara más soberbia y altiva lanzando este mensaje a quien ose utilizar estos aparatos para hacerse con alguna imagen: “Los drones son caros y quedarán destrozados”, y lo ha manifestado relamiéndose ante la situación. Sin duda, no para de lanzar órdagos a la prensa. Pero, cuidado, enlaces más protegidos han sido inmortalizados por los paparazzi. Ahà está el de Cristina Onassis y Doda Miranda.
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Belén distorsiona la realidad
> Lo cierto es que a la Esteban se le llena la boca explicando que tanta medida de seguridad reposa en gran medida en Miguel y Andrea. Asegura que su deseo es protegerles dado que no desean aparecer en los medios. Sin embargo, la realidad es que solo busca salvaguardar la exclusiva que, por cierto, no está tasada en un montante econĂłmico importante. Los invitados más mediáticos son los de Sálvame. Ciertamente, tienen interĂ©s y se han convertido en reclamo para el papel couchĂ© pero no se paga igual su presencia que la de las celebrities consolidadas. SegĂşn desliza a Cotilleo quien bien conoce el paño, “No creo que vayan a pagarse más de veinte mil euros por la boda. El novio es desconocido y no quiere posar. Un buen reclamo serĂa Andrea Janeiro y tambiĂ©n se ha negado a aparecer en la foto. Por tanto, de los veinte mil no creo que pase”.
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Belén, celosa de Isabel Pantoja
> A BelĂ©n se la llevan los demonios desde que Pantoja firmara por Telecinco. Le molesta sobremanera que su retrato estĂ© en el pasillo de las estrellas de la cadena. La irrita el trato VIP que recibe. De hecho, se ha quejado hasta de que se le envĂe un coche para recogerla. Esto no ha pasado desapercibido para el resto de sus compañeros de Sálvame. Especialmente incisiva en este tema ha sido Carlota Corredera.
La Esteban se muestra inmisericorde con Isabel como náufraga. Le da estopa cada vez que comenta Supervivientes y señala constantemente su altivez y soberbia. Dos caracterĂsticas que ambas mujeres comparten. BelĂ©n no lleva bien no ser la reina de la fiesta. Ante sĂ, un panorama complicado. PodrĂa tener los dĂas contados en Sálvame. DifĂcil va a resultar su reciclaje televisivo. Su imagen está muy tocada y no destaca por sus dotes para la comunicaciĂłn. No se le augura futuro ni como presentadora, ni como colaboradora ni como escritora. Su encanto está en su personaje, pero, paradojas de la vida, Andrea Janeiro le ha cortado las alas mediáticas.