Hablar de familia real empieza a ser complicado. Los que ayer fueron, hoy ya no son. El asunto es que cada uno va por su lado. Doña Letizia ha conseguido cerrar el círculo y en él solo tienen cabida Leonor, Sofía, don Felipe y ella. La relación con la familia del rey es inexistente. Sorprende que don Felipe no se haya plantado. Lo que demuestra que los lazos con sus padres y hermanas son jirones. La reina orquestó una venganza contra sus suegros pero se ha vuelto en su contra. ¿Qué ha pasado? Te lo contamos todo a continuación.
Letizia arrastra a Felipe
> Doña Letizia ha conseguido que su propósito de priorizar la vida privada sobre la institucional sea algo que también comparta don Felipe. El caso es que la pareja no está por la labor de renunciar a fines de semana de descanso y vacaciones privadas en verano. Por supuesto, todo fuera del ojo público. Se consideran actividades privadas y no se ofrece información al respecto. El hermetismo es tal que muchos cronistas han decidido no telefonear al departamento de prensa de Zarzuela porque es una pérdida de tiempo.
Don Felipe empezó a adiestrarse en tareas propias de su rango siendo un niño. Acompañaba a su padre a ciertos actos con los que fue familiarizándose con su condición de heredero. En el caso de la princesa Leonor, los tiempos son diferentes. Sus padres decidieron resguardarla, también a su hermana, totalmente durante la etapa infantil. No se facilitaban fotografías ni dossier de prensa alguno sobre los gustos, costumbres u aficiones de la heredera.
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Letizia sale malparada en la venganza contra sus suegros
> Si algo tiene claro doña Letizia es que los sábados no trabaja. Ya se la conoce como la reina de ocho a tres, que ejerce de lunes a viernes. Pues bien, este sábado tocaba acudir a Luxemburgo para el funeral del Gran Duque Juan. Al parecer, don Felipe y doña Letizia hablaron y quedaron de acuerdo en que doña Sofía y don Juan Carlos eran los adecuados para representar a la Corona en Luxemburgo.
Lo cierto es que la jugada no ha salido bien. Don Juan Carlos ha necesitado ayuda para caminar hasta llegar al lugar donde estaba su asiento. El rey emérito iba del brazo de un edecán. Su gesto era de dolor. A su lado, doña Sofía, con cara de circunstancias. Visto lo visto, está claro que don Juan Carlos no está para este tipo de actos oficiales. Padece fuertes dolores si tiene que caminar o estar de pie. Además de las muletas, ahora necesita asirse a alguien cuando tiene que dar algunos pasos.
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Críticas para la reina
> La estampa del rey emérito en Luxemburgo ha levantado una polvareda considerable. Muchos opinan que no era necesario hacerle pasar ese suplicio. Estas voces críticas señalan que dadas las actuales circunstancias, lo correcto es que hubieran asistido don Felipe y doña Letizia. Sin embargo, eso no parece viable. A don Felipe no le gusta demasiado relacionarse con otros miembros de la realeza. En cuanto a la reina, no se siente cómoda en ese ambiente. Es como si todavía no hubiera digerido el lugar que ocupa.
Doña Sofía está en buena forma física. Camina con soltura, está en el peso ideal y tiene mucha energía. La verdad es que la reina siempre ha sido de cuidarse. Desde siempre le ha gustado la comida sana: verduras, ensaladas, pescado a la plancha y fruta. No es vegetariana, tal y como se ha dicho. Su deporte favorito, caminar. Psicológicamente, también está estupenda. Le gusta leer y no ha perdido esa curiosidad tan necesaria para seguir enganchado a la vida.
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Distancia entre doña Sofía y don Felipe
> Los últimos acontecimientos sucedidos en el seno de la familia real han pasado factura. Es el caso de doña Sofía, que se ha distanciado de su hijo. El rey está muy unido a doña Letizia y la tiene muy en cuenta. Por tanto, las observaciones que puedan hacerse sobre ella, no son de su agrado. ¡Quién lo hubiera dicho hace años, cuando muchos temieron que se divorciaran!
Doña Sofía es el miembro de la familia real mejor valorado. Don Felipe lo sabe y eso conlleva que no pueda prescindir de ella. Y es aquí donde entra Letizia, que ha pedido que su suegra tenga la menor presencia posible. En la comparativa, la reina siempre sale perdiendo y eso la tiene de los nervios. A doña Sofía no le desagrada tener más tiempo libre. Al contrario, así puede hacer su vida sin agobios de agenda real.
