Desde que ganara el juicio a Toño Sanchís, Belén Esteban se las presumía muy felices. Pensaba que comenzaba una etapa libre de problemas para ella. Sin embargo, en estas semanas cruciales antes de pasar por la vicaría, la princesa del pueblo observa atónita cómo todo está cambiado a su alrededor. Una situación de nervios en la que ha sido capaz de fallar a su propia hija.
La estricta petición de Andrea Janeiro
> Andrea Janeiro ha crecido al amparo de flashes y cámaras que captaban cada uno de sus movimientos. No es de extrañar, por tanto, que su llegada a la mayoría de edad fue un auténtico acontecimiento. Al fin la gente podía ver la cara sin pixelar de la niña más famosa de nuestro país. Sin embargo, lejos de subirse al carro de la popularidad, lo que quiso desde el principio la joven fue desaparecer del foco mediático. Conoce de primera mano los sinsabores de la sobreexposición y no quiere seguir surfiéndolos bajo ningún concepto. De hecho, aunque su madre le organizó un fiestón en la discoteca Kapital, a la que acudieron muchos rostros conocidos, ella no quiere posar. Además ha rechazado cheques con muchos ceros por hablar. No quiere hacerlo. Ni bien ni mal.
Cuando cumplió 18 años, una de las cosas que hizo Andrea fue hacer las maletas y alejarse de nuestro país. Su intención no era otra que cursar sus estudios pasando por primera vez desapercibida. Quiere disfrutar del anonimato y dejar de ser señalada. En este sentido, le hizo a su madre una firme petición. Un deseo que para ella era el mejor regalo de cumpleaños: que no hablara de ella. «Andrea me ha pedido que no hable de ella ni de su familia paterna», revelaba la propia Belén en su programa. » Me encantaría traerla aquí y decir, esta es mi hija, pero ella ha decidido que no. No quiere salir y tengo que respetarla”, añadía. Pero la princesa del pueblo la ha traicionado. Sigue leyendo y descubre los detalles.
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