Acaba de firmar un contrato de tres años con Mediaset, una noticia aparentemente inmejorable para Jesús Vázquez. Sin embargo, y pesar de que es un peso pesado de la cadena, lo cierto es que el gallego ha estado a punto de perderlo todo. El gallego ha tenido que hacer frente a un complicado episodio al que no veía salida. Entérate de todos los detalles de esta dramática situación.
Una vida plagada de éxitos inesperados
> Las casualidades existen. Y si no que se lo pregunten a Jesús Vázquez. Nacido hace 53 años en Ferrol, soñaba con ser profesor o veterinario. De hecho se matriculó en la universidad y estuvo dos años acudiendo diariamente a clase. Pero su verdadera vocación la encontró más tarde. Además, cuando menos la esperaba. A raíz de independizarse, necesitaba dinero para mantener su casa y se presentó a unas pruebas de Telecinco. En este casting vieron todo su potencial y le cogieron sin pensárselo. Ahí empezó su salto a la fama en el que el público ha seguido y respaldado cada uno de los pasos que ha dado.
Avalado por tres décadas de trabajo, el gallego se ha ganado a pulso el título de rey del entretenimiento. Jesús Vázquez convierte en oro todo lo que toca. La quinta marcha, Gente con chispa, Popstars, Hotel Glam, Operación Triunfo, Supervivientes, Pekín Express, La Voz,Mira quién salta, Got Talent, Factor X….Los programas que han hecho historia en la televisión han estado presentados por él. Sin embargo, tras una flamante carrera, un inesperado problema de salud ha estado a punto de dar al traste con todo. Entérate a continuación.
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El altísimo precio del triunfo
> Durante mucho tiempo, Jesús Vázquez ha querido que únicamente sus íntimos tuvieran constancia de lo mal que lo pasaba cuando se apagaban los flashes. El famoso presentador ha visto cómo su trabajo corría peligro a causa de una dolencia que jamás esperaba que le daría tantos problemas. El gallego se ha armado de valor y ha roto su silencio. Ha contado por primera vez que en los últimos años ha sufrido insomnio agudo. Un fuerte trastorno del sueño agravado por las interminables jornadas de grabación, la falta de rutina…
«He tenido muchos problemas para dormir y esta vida loca que llevamos no ayuda mucho. Ahora puedo decir que he superado mi peor pesadilla. Es horrible no poder dormir y tener insomnio. Pero, afortunadamente, ahora estoy muy bien», contaba en Pronto Jesús, que regresa ilusionado al trabajo como maestro de ceremonias de Bake Off, un programa de repostería que supone para él «un reto y un desafío personal porque el mundo de la cocina no es mi fuerte». Pero llegar a este punto no ha sido tan fácil como puede creerse, descubre por qué.
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Una solución in extremis
> Ahora Jesús se siente capaz de todo. Tras haber dicho adiós para siempre al insomnio se siente con fuerzas y muy motivado. Está lleno de energía y sabe que ya nada se podrá poner por delante. Eso sí, para llegar a este punto no le avergüenza reconocer que ha necesitado ayuda de un profesional. «Desde hace un año o así me puse en manos de un psicólogo estupendo. Me está ayudando con la higiene del sueño, para desaprender los malos hábitos y aprender a dormir otra vez. Está dando muy buen resultado», presumía, dando datos, además, de las pautas de su tratamiento.
«La verdad es que me ha costado seguir sus recomendaciones porque me ha quitado cosas como leer antes de meterme en la cama o mirar el móvil a partir de las ocho de la tarde. Ni siquiera para navegar, porque la luz de los dispositivos y la información mantienen el cerebro activo y luego cuesta ponerlo en modo sueño «, relataba. Además, ahora que descansa sin sobresaltos, se levanta con las pilas cargadas. «En cuanto me levanto bajo directo a hacer ejercicio. Tengo un garaje en casa y soy muy disciplinado con eso», comentaba Jesús, que esconde un autentico drama detrás.
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El doloroso pasado del hombre más deseado de la televisión
> Esta no es la primera dificultar a la que Jesús Vázquez tiene que hacer frente. Hoy es uno de los rostros más deseados de la pequeña pantalla. Encabeza las listas de los hombres más atractivos. Sin embargo, tras ese hombre al que todos vemos perfecto se esconde un niño con una terrible infancia que le ha marcado para siempre. De hecho, su fatídica experiencia le ha convertido en alguien excesivamente exigente y perfeccionista a día de hoy.
«De pequeño fui un patito feo. Era gordito, con gafas, muy tímido y con un poco de pluma. Sufrí bullying, algo que me ha marcado y me ha dejado huella. La gente me dice que me convertí en cisne pero yo creo que me convertí en un patito menos feo, porque eso se queda siempre dentro. Algunos complejos los he superado a base de sacrificio pero otros no», explicaba el presentador, que supone un gran ejemplo de superación y valentía. Además, y a pesar de lo que puede parecer, su vida personal no ha sido siempre un camino de rosas.
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El accidentado comienzo de su matrimonio
> Este bonita etapa que vive trasciende de lo meramente profesional. En el ámbito privado, afortunadamente, lleva casi dos décadas de felicidad constante. Jesús está casado con Roberto Cortés, del que no se separa ni para trabajar. Y es que su marido es también su representante. Eso sí, aunque ahora forman una pareja modelo, la realidad es que sus comienzos no fueron ni fáciles ni idílicos tal y como ha revelado el presentador.
«Me enamoré nada más verle. Estabas con nuestro amigo Juanjo y le dije que quería conocerte. Pero él dijo que no. Quizá herida mi vanidad, fui hacia él para preguntar por qué no quería conocerme. Entonces ocurrió el flechazo. Nos miramos, nos besamos y desde entonces no nos hemos separado. Han sido los años más felices de mi vida», comentaba él en su último aniversario. Un auténtica demostración de que el amor de verdad existe.
