Desde que Alejandra Rubio cumplió la mayoría de edad y protagonizara la portada de una revista junto a su madre, no hay semana en la que no sea noticia por diferentes motivos: por todo lo relacionado con su familia y también gracias a vida pública en redes sociales.
Ella es toda una ‘influencer’, pero no le basta sólo con eso. La nieta de María Teresa Campos va a dar un paso más allá, iniciando su aventura como ‘youtuber’. Todo ello le servirá como la vía perfecta para generar más ingresos. Para ella no todo vale y así lo ha dejado claro. Grandes influencers como Dulceida o Laura Escanes, no suponen para ella ningún referente.
Es joven, guapa y tiene una gran personalidad. Alejandra Rubio, la hija de Terelu Campos, lleva camino de convertirse en toda una celebridad. Al cumplir los dieciocho años, su vida ha pasado de ser completamente anónima a copar las revistas y los programas del corazón. Por eso también empieza a ser importante conocer cómo es su relación con el cantante y DJ Álvaro Lobo con el que lleva saliendo varios meses. En Cotilleo.es le hemos hecho un seguimiento y hemos visto cómo dan rienda suelta a la pasión en plena calle. ¿Crees que se han excedido en darse tantas muestras de afecto?
Look informal para una tarde con amor
Vestida de forma informal, con unos vaqueros rotos, gafas de sol de gran tamaño y una chaqueta para protegerse de los cambios drásticos de temperatura, Alejandra pasea alegre por las calles de Madrid. Está claro que su figura es espectacular. Está acompañada por Álvaro, su novio. Un cantante que tampoco ha estado exento de polémica, puesto que algunas de sus letras parecen esconder mensajes altamente machistas. Él se ha defendido asegurando que, en contra de lo que mantienen algunos, él tiene absoluta devoción por el género femenino.
Eso sí, no sabemos qué pensará mamá Terelu del look tan rockero de su hija. Es cierto que la joven también se ha aficionado al brilli brilli familiar (para muestra, el bolso que lleva colgado en uno de sus brazos) pero lejos de ser recargada y más clásica, ha optado por ser menos convencional. Tiene absoluta predilección por el color negro.
