Álex Lequio está atravesando uno de sus peores momentos por culpa de su enfermedad. De todo lo malo siempre hay algo bueno a lo que agarrarse. Lo mejor para él son sus padres, a los que adora. Desde bien pequeño les ha tenido a los dos en un pedestal.
Sus inquietudes, sus pasiones, sus amores y muchas cosas que no sabías del hijo de Ana Obregón y Alessandro Lequio, a continuación.
5Su infancia más rebelde
Siempre ha sido muy educado y respetuoso con los medios. Bueno, casi siempre. Desde bien pequeño siempre estuvo expuesto a las cámaras, por lo que su bautismo mediático tuvo lugar de forma prematura. Eso es algo que Álex no llevó bien. Nada bien. Llegó hasta el punto de morder los micrófonos de la prensa que preguntaba a su madre y a su padre por la calle. Todo quedó en el pasado. En la actualidad se lo toma con humor y ha hablado en varias ocasiones de su clara mejora en la relación que mantiene con los micrófonos.
Esos momentos han sido historia de la crónica social en España y será algo prácticamente imposible de olvidar. Ahora ya es todo un hombre hecho y derecho, y siempre se comporta muy amablemente -y a veces irónicamente- con los medios de comunicación.
