La tensión se palpa en el ambiente y ya no hay nadie que aguante las impertinencias de los colaboradores de Sálvame. Cada vez van a peor y así lo demuestran. No respetan su turno de palabra, no escuchan al compañero que hablan, se pelean, discuten y se arrastran por los pelos. En vez de un programa de prensa del corazón se ha convertido en un circo. Muy poca gente aguanta cuatro horas viendo como los colaboradores se pelean por hablar o en su defecto, hablan a la vez. O gritan, que también se les da muy bien. Ayer David Valldeperas explotó en directo y se enfrentó con los colaboradores tras varios minutos de desesperación.
3Evolución de Sálvame
Nueve años de programa dan para mucho. Muchos han sido los que han entrado, se han quedado y han salido. Y muchos a los que les encantaría tener una silla todas las tardes en el plató. Y a su vez también, muchos de los que están les encantaría que su aventura acabase. Una larga fila de colaboradores han sido los que han participado en el programa, pocos han sido los que han acabado bien. El programa Sálvame, es un programa complicado de llevar. Cuando alguien trabaja para él, se le forma una segunda identidad con la que tiene que hacer frente.
Sálvame los primeros años era más tranquilo. Los temas del corazón se tocaban de otra manera. Pero mucho gustó a la audiencia que el programa se empezó a emitir cuatro hora diarias y además, el viernes por la noche también. Al final toda evolución se supone que tiene que ir a mejor. Y en esto, Sálvame falla. Porque se han perdido los valores y la ética que debe de tener un programa del corazón. Hay ciertos límites que no deben pasarse y en este programa no es que se hayan pasado los límites, no los hay.
