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Iñaki Urdangarín condenado a cinco años de prisión: así será su hoja de ruta

Ya hay resolución. El Tribunal Supremo ha decidido confirmar la condena de prisión a Iñaki Urdangarín. Eso sí, se le rebaja en cinco meses la pena de privación de libertad, alcanzando los cinco años y diez meses. Hacía tiempo que se especulaba con la orden que el Tribunal Supremo impondría al exduque, tras celebrar una visita para revisar los recursos de Urdangarín, su exsocio Diego Torres y Jaume Matas. Según ha podido saber Cotilleo.es, la entrada en prisión del cuñado del Rey se produciría, a lo sumo, en cinco días hábiles. 

Recursos que derivan de la sentencia que emitió la Audiencia Provincial de Baleares en febrero de 2017, y que no fueron del agrado de muchos. Pues no solo absolvió a la hermana del rey Felipe VI, sino que condenó a Urdangarín a 6 años y 3 meses de cárcel.

De hecho, tan poco gustó la sentencia que el juez José Castro, que instryó el Caso Nóos durante cinco años, quiso mostrar su descontento afirmando que: «no esperaba este tipo de sentencia».

Mientras tanto, y a la espera de poder conocer que pasará con su futuro, Urdangarín parece hacer oídos sordos a la cárcel y goza de una vida, aparentemente, normal. Pues vive en Suiza junto a su mujer e hijos y sigue a raja tabla con su rutina diaria. Incluso está previsto que próximamente se dé un baño de masas en la Maratón de Ginebra.

Pero, ¿quién se esconde detrás de esa fría, distante y calculadora fachada? Te lo desvelamos.

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Iñaki Urdangarín y el caso Nóos

De joven se diplomó en Ciencias Empresariales por la Universidad de Barcelona. Y con los años, decidió complementar sus estudios con dos masters que estudió en la escuela de negocios ESADE, también en Barcelona.

De hecho, en ESADE hizo tan buenas migas con su profesor que en 2003 se asocia con Diego Torres. Ambos se pusieron al frente de la Asociación del Instituto de Investigación Aplicada. Una organización que rebautizaron como Instituto Nóos.

Y todo parecía ir fino como la seda, hasta que la tarde del jueves 16 de febrero de 2006 se destapó todo. Pues pocas horas bastaron para marcar un antes y después en la vida de los Duques de Palma y la familia real española. Un episodio que nunca hubieran querido vivir, pero que a día de hoy sigue planeando sobre sus cabezas.

Dos titulares consecutivos apuntaban que Iñaki Urdangarín se habría embolsado 1,2 millones de euros. Una cantidad de dinero que habría sido adjudicad a dedo por el Gobierno balear de Jaume Matas.

Ante tal situación, el juez Castro imputó a Iñaki Urdangarín los delitos de: evasión de impuestos, fraude fiscal, prevaricación, falsedad documental y malversación de caudales públicos.