Juan Carlos I jamás pensó en la posibilidad de que pudiera llegar este momento. Ya no hay vuelta atrás. De un tiempo a esta parte, el rey Emérito vive alejado de la Familia Real, del foco mediático, de los actos oficiales y de los eventos reales marcados por agenda.
Una vida de jubilado deluxe que en cierta manera indigna a gran parte de los ciudadanos de este país, teniendo en cuenta que su abdicación tiene como base fundamentada la cantidad de escándalos que Casa Real ha arrastrado en los últimos años.
Su relación hasta estos días
Se conoce que la relación entre Juan Carlos I y la mallorquina Marta Gayá se inició a finales de los 70 y se prolongó durante más de veinte años. Su romance llegó a oídos de la prensa cuando el presidente Felipe González filtró que el rey no se había presentado a una firma de documentos oficiales.
¿Dónde se encontraba? La indiscreción de Sabino Fernández Campos, antiguo Secretario de la Casa Real, dejó al descubierto que el verdadero secreto por el que el monarca no se encontraba resolviendo sus obligaciones reales e institucionales. El motivo no era otro que por su estancia en Suiza junto a Marta Gayá. Los primeros medios en publicar esta «amistad especial» fueron la revista ‘Tribuna’, dirigida por Julián Lago, ‘El País’, ‘El Mundo’ y ‘Point de Vue’ -el ¡HOLA! francés-.
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