A Jaime de Marichalar le costĆ³ que la infanta Elena se fijara en Ć©l. Tuvo que insistir para que accediera a salir. Aquello empezĆ³ de forma tĆmida. Para la hija de los Reyes EmĆ©ritos, aquel joven de familia noble era un amigo. Poco a poco, Jaime consiguiĆ³ encandilarla a base de conversaciones que versaban sobre un mundo al que ella era ajena, detalles y mucho tesĆ³n. Acostumbrada a ir con un look casual, Elena de BorbĆ³n se sintiĆ³ muy atraĆda por los consejos que Marichalar le aportĆ³ sobre cĆ³mo mejorar su imagen.
4El momento de mayor tensiĆ³n
En junio del aƱo pasado se obtuvo la confirmaciĆ³n de que las cosas entre la infanta y Marichalar estĆ”n mĆ”s tensas que nunca. OcurriĆ³ durante una entrega de premios a la que doƱa Elena asistiĆ³ acompaƱada por su madre. Jaime sabĆa que su ex mujer estarĆa allĆ y, quizĆ”s, para evitar las murmuraciones, lo mejor es que no hubiera acudido en calidad de acompaƱante de uno de los premiados.
A pesar de que siempre se habĆa dicho que el ex yerno real era el favorito de su suegra, algo ha ocurrido por el camino que ha hecho que ya no quiera saber de Ć©l. De hecho, los tres protagonistas siguieron el acto desde diferentes puntos. Ellas, en primera fila, y Ć©l, en las Ćŗltimas. En ningĆŗn momento coincidieron y hasta evitaron que sus miradas se cruzaran. Y es que, como madre, doƱa SofĆa se ha posicionado del lado de su hija.