Cristina Ortiz, conocida cariñosa y artísticamente por todos como La Veneno, era una persona demasiado especial. Llegó a nuestras vidas en 1996 de una forma fortuita. No buscó jamás la fama, pero el éxito llamó a su puerta y le golpeó en la cara de una forma apabullante.
El 9 de noviembre de 2016 fallecía tras sufrir un accidente doméstico. Al menos, eso es la versión oficial. Parte de su familia, un año después, sigue sin aceptar esta teoría.
Enfrentados por el dinero
El hecho de que la versión oficial sea que Cristina falleció por accidente doméstico hizo que sus padres cobrasen una gran indemnización por parte del seguro. En el caso de que se reabra una investigación paralela y que el resultado sea otro, ese dinero inyectado deberá ser devuelto, una idea que inquieta a parte de la familia de Cristina, que además tuvo que desembolsar casi 20.000 euros de los 40 días que su cuerpo permaneció en Instituto Anatómico Forense de Madrid.
Según publica ‘Jaleos‘, Mari Pepa, hermana de Cristina, está en conversaciones con el abogado Fermín Guerrero para que reabra el sospechoso caso de la muerte de La Veneno. Se conoce que el abogado ha aceptado el caso pero solicita una cantidad de 6.000 euros para empezar a trabajar, algo que la parte interesada de su familia está dispuesta a pagar con la recaudación a través de actos homenaje a la artista.
