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Paz Padilla, al borde de las lágrimas por el último comentario público de Belén Esteban

La guerra está servida. Una simple pregunta a Belén Esteban entre conversación y conversación ha abierto un nuevo frente en el universo ‘Sálvame’.

Si bien el tema de las bodas de los colaboradores y sus correspondientes invitados da para varias horas de contenido, la de la Esteban no podía ser menos. Se postula, además, como uno de los temas recurrentes del próximo año.

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Belén aconseja a Marta López

Belén se dedica a vender su vida. Es su profesión, es la que ha elegido y no hay nada más coherente que defenderlo a capa y espada. Es su modus vivendi, sin embargo, tiene la empatía para aconsejar a compañeros que no hagan lo mismo: «Marta, esto háblalo con tu marido en casa y no aquí«.

«A ver, Belén, si tú lo has contado en un plató, ¿por qué no lo puedes contar ella?» Belén Esteban salió por peteneras y la gaditana le lanzó que «yo te voy a decir cuál es tu trabajo, mientras yo esté hablando, tú calladita».

Si hay una colaboradora a la que Paz saca de sus casillas es a Belén Esteban. Y es que la humorista, a la hora de hacer hablar a los contertulios, insiste e insiste. Da igual si se reservan su derecho a opinar, ella no para de pincharles. Hace gracia que se escude en que ese es su trabajo.

Y sí, tiene razón, pero también es verdad que debería tener más mano izquierda. Le falta tacto. El caso es que a la rubia la pone al borde de un ataque de nervios. Más de una vez se ha ido de plató porque no aguantaba más los envites de la dueña del cortijo. El último dardo envenenado y directo de la gaditana a la de Paracuellos fue el famoso: «Quilla, ¿tú eres tonta?» Belén huyó del plató y le dijo «Paz, me voy por no soltarte una fresca». 

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