Ángel Garó se ha convertido en el personaje revelación del último mes en el mundo del corazón, del entretenimiento y del cotilleo en general. La chispa que encendió la mecha fue la denuncia por presuntos malos tratos que interpuso su ex pareja, Darío, con quien mantuvo una relación de un año y medio y con quien incluso compartía viviendo en el centro de Málaga.
Sus llamadas en directo al programa ‘Sálvame’, algunas para excusarse o otras para atacar, han dejado ojipláticos a colaboradores y espectadores, que podrán disfrutar el próximo sábado de la primera entrevista en televisión del humorista tras sus altercados con sus parejas e incluso con la Policía de Málaga, a quienes llamaba «mis empleados» totalmente desnudo y desde el balcón de su casa.
Sus altercados con la policía de Málaga y Valencia y el desnudo en el balcón
En mayo de 2013 provocó un altercado en Valencia, tal y como informó Las Provincias: “Según consta en las diligencias policiales, Garó insultó y amenazó presuntamente a los agentes de la Policía Local que acudieron a un restaurante en el centro de Valencia para atender una reclamación vecinal. El reloj marcaba las tres y media de la madrugada cuando la sala del 092 recibió varias llamadas de ciudadanos. Estaban hartos de los ruidos que procedían del restaurante La Sardinería, situado en una planta baja de la calle Bordadores -junto a la Catedral de Valencia-, donde el humorista cenaba con su hermana y un grupo de amigos”.
Según este diario regional, Garó habría increpado a varios policías al grito de “os vais a enterar de quién soy yo”, “no sabéis con quién os la estáis jugando”, y “esto va a salir en todas las televisiones”. El humorista habría llamado a los agentes “sinvergüenzas” y los habría comparado con la Policía de Mauritania. El cómico se explicó: “Lo único que les dije es que eran empleados nuestros porque yo, y todas las personas que estábamos en la cena, pagamos su sueldo con los impuestos. Me pareció exagerado el despliegue policial. Vinieron veinte policías, por lo menos, y nos trataron como si fuéramos delincuentes. Es increíble. Parecía la noche de los cristales rotos. ¿Pero no tenían asuntos más graves en Valencia? Que vayan a por los traficantes de heroína. Era una cena de amigos que me estaban agasajando, y me jodieron la noche (…) Soy una persona muy discreta, pero me mandaron callar cuando defendía mis derechos ante un abuso de poder. Nunca había visto tantos policías por una reclamación vecinal”. ¿Ángel o demonio?
