Nuevos problemas para Kiko Rivera. El hijo de Isabel Pantoja se ha visto envuelto de nuevo en una polémica muy desagradable que afecta a su faceta profesional. Kiko ya prepara su gira veraniega que es donde acostumbra a triunfar y la época donde se acumula más número de bolos. Ya está cerrando su agenda pero parece que no es del todo bienvenido en algunos lugares de nuestro país.
Se anunció la presencia de Kiko Rivera en las fiestas de Guardo, Palencia, y muchos de sus habitantes no vieron con buenos ojos que se contratara al hijo de la tonadillera para estas fiestas que será en una macrodiscoteca y que no costará ningún tipo de dinero a los vecinos de Palencia.
Han organizado una recogida de firmas a través de internet que ya lleva unas 2.000 en contra de que Kiko actúe. Esta vez, no ha querido enfrentarse a nadie y muy inteligentemente ha optado por el silencio en las redes sociales y no alimentar esta polémica. Todo apunta a que actuará igualmente a pesar de las firmas recogidas.
Ya el año pasado pasó algo parecido con más firmas y lograron paralizar su actuación en Medina del Campo por la que cobraría unos seis mil euros de dinero público. Cosa muy diferente a este nuevo caso donde el dinero que cobrará por su bolo es totalmente pagado por una empresa privada según explica el ayuntamiento.
No es la primera vez que Kiko se ve envuelto en una polémica y podemos repasar todas las veces que ha metido la pata.
El tatuaje de la discordia
No menos polémico fue uno de sus tatuajes con el que revolucionó todas las redes sociales en el que se puede leer sin ninguna tilde: «Cuando quieras emprender algo habra mucha gente que te dira que no lo hagas. Cuando vean que no te pueden detener te diran como lo tienes que hacer. Y cuando finalmente vean que lo has logrado… diran que siempre creyeron en ti. Sigo luchando».
Las redes ardieron al ver semejante tatuaje que carece de tildes y del que todos se burlaron sin compasión. Y él se defendió como pudo: «Creo que hay cosas más importantes que estas». El propio tatuador salió a defenderse de semejante desastre: «A mí me dio un texto y así se puso». Por otra parte la persona que se lo hizo ya podría haber rectificado las faltas para evitar tanta polémica.
