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Estos son todos los enemigos públicos que atesora Mercedes Milá y con los que no volvería a compartir plató

Mercedes Milá es una de las periodistas, presentadoras y profesionales más reconocidas y admiradas de nuestro país. Su trayectoria la avala y poner un programa de televisión en sus manos es sinónimo de éxito. Respetuosa con cualquier espacio profesional que la rodea, es capaz de bebérselo y metérselo en el bolsillo a los cinco segundos.

Estos son todos los enemigos públicos que atesora Mercedes Milá y con los que no volvería a compartir plató

En los últimos casi 17 años, hay dos palabras que representan la realidad y la vida de Mercedes Milá: ‘Gran Hermano’. Un programa tan exitoso como polémico y que lleva casi 18 años en pantalla de forma imparable. Su salto a la telerrealidad le costó la crítica de los más puristas y conservadores sin embargo, la Milá ha defendido a capa y espada su formato, su programa y sobre todo, a sus concursantes. Mercedes conquista a la cámara, habla con el director, odia el pinganillo, se viste de lo que sea, sale y pega unos capotazos que ni José Tomás, promociona los complementos de la amiga que sea y detesta que la interrumpan y no respeten el turno de palabra. La audiencia la acompaña pero el éxito levanta ampollas y a su descarnada lengua le ha salido competencia. 

Hoy os desgranamos una completa lista de los enemigos públicos y mayores conflictos de Mercedes Milà.








Uno de los momentos más fuertes y desagradables que se recuerdan en las 17 ediciones de ‘Gran Hermano’ es el que desarrollamos a continuación. La dirección de ‘Gran Hermano 14’ decide expulsar a un concursante, Danny, tras haberse descubierto que su participación se trataba tan solo de un estrategia de autopromoción para hacerse famoso y lucrarse a costa del reality.

«¿Tú qué te creías que ibas a poder con el programa o qué? ¿Qué querías ahorrarte los 12.000 euros -de la penalización por abandono-? ¡Basta ya de mentiras! ¡Me da repugnancia escucharte! ¡Has utilizado el programa como un negocio y no te lo perdono!»