Por el programa del neorrealismo televisivo han pasado muchos colaboradores que se han dejado pelos en la gatera y que han consolidado su fama, algunos tan importantes como Jesús Mariñas. Pero a otros apenas se les recuerda, ya que no superaron «la prueba» del programa y quedaron en el olvido. Vamos a recordarlos:
Jesús Mariñas se hizo de rogar a la hora de incorporarse al programa, pero apenas duró unos meses en nómina del programa. El gallego pasó sin pena ni gloria por el plató de Jorge Javier Vázquez, quizás por su pésima relación con Belén Esteban de la que habla así: «¡Pero si a mí me cae genial! La conocí hace mucho, cuando hacía montajes con Cristina Blanco y supuestamente estaba enamorada de su hijo, Miguel Ángel Muñoz, que era menor. Eso lo viví en Marbella. Belén hace y vende su papel. Lo que no me parece bien es que se duerma, mientras los demás se dejan la vida en el plató». El ex de Tómbola, Día a día o Protagonistas también pasó sin pena ni gloria por Crónicas Marcianas, ya que según él decidió negarse a aplicar las estrictas estrategias de Xavier Sardà.
El arquitecto Joaquín Torres, de actualidad por temas no demasiado agradables, colaboró con este programa hasta 2014. Parece ser que Torres, que abanondó el programa por voluntad propia, se marchó molesto porque en Cazamariposas le pusieron de vuelta y media por su estética: «La cara corresponde a una edad y el cuerpo es de yayo cachas. A mi me da un poco de grima». A Torres le molestaron estos calificativos, producidos por La Asamblea de Cazamariposas, llegando uno de los presentadores a pedir perdón en directo al ex colaborador de Sálvame, que decidió guardar silencio y marcharse como un caballero, etiqueta que le han puesto en solfa en los últimos tiempos.
