EstĆ” claro que OperaciĆ³n Triunfo 1 supuso una autĆ©ntica revoluciĆ³n en nuestras casas. Pero tambiĆ©n lo estĆ” siendo ahora con la programaciĆ³n que TVE ha preparado con motivo de los quince aƱos del estreno del concurso que cambiĆ³ la vida a todos los concursantes. Estos son los 10 momentos mĆ”s importantes del primer documental.
Las confesiones de Rosa LĆ³pez, reconociendo que todavĆa estĆ” desubicada tras el Ć©xito alcanzado en OperaciĆ³n Triunfo. Rosa se emocionĆ³ de tal manera al cantar una canciĆ³n con Chenoa que hasta Bisbal tuvo que levantarse a consolarla.
La cara de Chenoa, impertĆ©rrita, al ver a David Bisbal por primera vez. Y la cara de Bisbal cuando Chenoa hablĆ³, por primera vez, en la reuniĆ³n entre los triunfitos. EstĆ” claro que lo suyo mĆ”s que un reencuentro, fue un desencuentro, como contamos en exclusiva.
El enfado/frustraciĆ³n de Ćlex Casademunt al reconocer que no entiende por quĆ© no estĆ” triunfando en la mĆŗsica. Y, por supuesto, al decir en pĆŗblico que no estuvo feliz en el grupo que se montĆ³ junto a Javian, Geno y Mireya: āYo tambiĆ©n querĆa un discoā.
El momento en el que David Bisbal imitĆ³ a Orozco mientras interpretaba una canciĆ³n junto a Manu Tenorio.
La emociĆ³n contenida de NoemĆ Galera durante el repaso por las canciones de los triunfitos. Tuvo que darse la vuelta para secar sus lĆ”grimas cuando cantaba Bisbal con Manu Tenorio.
Chenoa confesĆ³ que tuvo que dejar sus dos trabajos, en una guarderĆa y en un casino, y que tuvo mucho miedo por si las cosas le salĆan mal.
Geno creyĆ³ que OperaciĆ³n Triunfo iba a ser un fracaso y que el programa iba a mantenerse muy poco tiempo en antena: Ā«me equivoquĆ©, la que durĆ³ poco fui yoĀ», dijo bromeando.
Alejandro ParreƱo llegĆ³ a decir que Ā«lo pasĆ© muy malĀ» porque las canciones que interpretaba no le gustaban porque Ć©l no tenĆa ese rollo. Ćl querĆa hacer otro tipo de mĆŗsica y no tuvo suerte: Ā«no salĆ contento despuĆ©s del concursoĀ». TambiĆ©n reconociĆ³ que la muerte de Gonzalo, su hermano, le frenĆ³ Ā«no querĆa saber nada ni de la mĆŗsica ni de la televisiĆ³nĀ».
Juan Camus demostrĆ³ que, incluso con el paso del tiempo, sigue siendo tan soberbio como en la Academia: Ā«TenĆamos admiraciĆ³n sana. Yo me preguntaba si serĆa posible alguna vez tener tanto cariƱo de la gente como las grandes figuras que yo veĆa en los conciertosĀ».
Los vestuarios de las galas de OperaciĆ³n Triunfo merecen, cĆ³mo no, darle tambiĆ©n su sitio. En Cotilleo.es nos hemos quedado boquiabiertos ante los ropajes que lucĆan los concursantes de la primera ediciĆ³n. Terrible es poco. Ā”QuĆ© tiempos!