Hace unas cuantas décadas Julio Iglesias estaba en la cúspide de su carrera. Se encontraba realizando todo tipo de actuaciones por el mundo y era un ídolo de masas. Julio, en pleno esplendor, no estaba solo, contaba con todo un equipo de profesiones a su lado, entre ellas las famosas trillizas.
María Laura, María Eugenia y María Emilia llegaron al mundo del espectáculo cuando eran apenas unas niñas. Ahora ya abuelas, recuerdan su paso por los escenarios con nostalgia y con alguna que otra amenaza. El artista más ligón de este país estaba muy pendiente de estás jovencitas.
Las hermanas Fernández Rousse
En la década de los setenta unas preciosas rubias y hermanas triunfaban. Se trataba de las trillizas más famosas de todos los tiempos. Las tres Marías estaban dispuestas a aprovechar el tirón de su exclusividad. Ser miembro de un parto múltiple y además que de lugar a estas bellezas en una probabilidad entre mil.
En esos tiempos de juventud destacaban allí donde iban y en especial con todos los hombres que caían en sus brazos. De muy jovencitas atraían a las cámaras como moscas. Entre todos los que las deseaban hubo uno que las consiguió. El rey latino de los escenarios de esa época, el mismísimo Julio Iglesias.
