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Jorge Javier Vázquez tilda a Toño Sanchís de «absurdo telepredicador» y de «ser ridículo»

Hace unos días ‘Sálvame’ prometió que no hablaría más de Toño Sanchís. Desconocían en el programa que el manager iba a ser condenado de forma inmediata a abonar más de 600.000 euros a Belén Esteban por su etapa de relación profesional. Como dice el presentador, a La Princesa del Pueblo no le servía solo ganar, «necesitaba machacar a Toño para que el ex representante no tuviera ni un leve asidero para seguir sacando a pasear su caradura».

¿Venganza a la vieja usanza? Para Jorge Javier el comportamiento del manager, o ex manager según él, no ha sido el adecuado en los últimos tiempos con su particular tour en el que se ha centrado en magazines como ‘El programa de Ana Rosa’ o ‘Viva la vida’ en atacar con seña a la tertuliana con argumentos similares por los que hace poco tiempo la defendía con uñas y dientes. 

Jorge Javier Vázquez tilda a Toño Sanchís de "absurdo telepredicador" y de "ser ridículo"




Jorge Javier Vázquez tilda a Toño Sanchís de "absurdo telepredicador" y de "ser ridículo"

Para Jorge el manager es «un elemento tóxico y nocivo que, a tenor de cómo se ha comportado con ella durante tantos años, vivió con alborozo el camino hacia la autodestrucción que emprendió su representada. Pero a veces la vida tiene finales felices: gracias a su tesón Belén logró salir del hoyo en el que estaba metida mientras Toño se revuelca amargado en el subsuelo, escupiendo una rabia que rebota en su propio organismo y lo convierte en un ser pretenciosamente ridículo. Un absurdo telepredicador que confunde las más elementales reglas gramaticales, provocando que los cimientos de la Real Academia de la Lengua Española tiemblen cada vez que abre la boca. Toño Sanchís está defenestrado, hundido, finiquitado, amortizado. Pero, por favor, que siga hablando, porque nos dará la posibilidad de asistir en vivo y en directo a un clamoroso suicidio mediático. Mientras eso ocurre… ¡disfrútalo, Belén! Te lo mereces. Porque eres buena tía, porque te queremos y porque siempre has tenido más razón que un santo».