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Por fin la versión DEFINITIVA sobre la ruptura entre David Bisbal y Chenoa

El periodista Aurelio Manzano ha sido uno de los invitados esta tarde del programa Sálvame. Responsable confeso del acontecimiento «Chenoa llorando en chándal» en el momento en el David Bisbal y ella rompieron, Manzano apunta: «Yo le aconsejé que hablase con la prensa, pero no le propuse que bajase llorando y en chándal».

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Aurelio Manzano afirma que Chenoa nos engañó a todos cuando confesó que ella se enteró de su ruptura con David Bisbal por la rueda de prensa que él hizo en Caracas (Venezuela). «La aparición de David en la rueda de prensa en Latinoamérica me pilló por sorpresa y además estaba aquí sola. Me quedé sin palabras, no sabía nada y me llevé el golpe más grande de mi vida», explicaba Chenoa en una entrevista para Los 40 principales. Además añade, «también dije que no había terceras personas… y me equivoqué».

David nunca le perdonó a Chenoa que ella mintiese respecto a la ruptura. Con esa actitud, Chenoa puso a su ex pareja a los pies de los caballos ante fans y prensa, no sólo aquí si no en toda América donde Bisbal estaba empezando a despuntar.

Según cuenta María Patiño, David y Chenoa tuvieron una fuerte discusión en el ático que la pareja compartía en Barcelona. Este desencuentro acabó en ruptura, definitiva para David y una de tanta en la mente de Chenoa, que pensó que su novio, tras realizar su misión laboral en Latinoamérica volvería a casa y todo estaría arreglado.

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Aurelio también afirma que Bisbal nunca salió a explicar cómo sucedieron realmente los acontecimiento porque «él ha tenido una relación complicada con la prensa desde que empezó a despuntar nacional e internacionalmente. Cualquier cosa que decía tenía un impacto tremendo y prefería mantenerse al margen».

La relación entre los artistas era muy tensa, comenta Manzano, quien además añade que ambos se han llevado muchos años sin hablarse e incluso que cuando tenían que trabajar juntos o coincidir de alguna forma, las discográficas tenían que hacer «virguerías» para que el encuentro fuese lo más delicado posible.