Corren tiempos difíciles para Álex Lequio. Desde el pasado mes de abril hace frente a un cáncer que está seguro que va a superar. Pero el camino hasta la victoria no es fácil y trae consigo momentos de desaliento para él y para los suyos. Ahora, con el fin de llegar cuanto antes a la meta, el único hijo nacido de la relación entre Ana Obregón y Alessandro Lequio ha movido ficha y ha hecho un cambio de estrategia. Te desvelamos todos los detalles de sus planes a corto plazo a continuación.
El peor de los mazazos
> Su vida se desmoronó cuando un médico le dijo que tenía cáncer. Por suerte, no tuvo demasiado tiempo para lamentarse. Escasas horas después de ese diagnóstico cogió un avión con destino Nueva York. Su madre, Ana Obregón, se había encargado de gestionar todo. El Memorial Sloan Kettering Cancer Center le esperaba con todo preparado para comenzar con la quimioterapia. Un tratamiento que llevó en la más estricta intimidad. Tanto él como sus padres desaparecieron del foco mediático por voluntad propia.
Tras seis durísimos meses allí, en septiembre el joven regresaba a Madrid. En la capital retomaba poco a poco su vida aunque sin descuidar las pautas de los médicos. Así, se desplazaba cada tres semanas hasta la prestigiosa Clínica Universidad de Navarra para seguir adelante con el tratamiento. El pasado mes de diciembre estaba previsto que volviera a cruzar el charco, y es que le mandaron volver a revisión cada tres meses. Algo que Álex no está cumpliendo y sabemos los motivos.
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La mejor medicina: una familia unida
> Sus ganas de salir adelante y su actitud están suponiendo la mejor medicina. Pero Álex también está encontrando en los suyos una ayuda impagable. Tiene en todos ellos al mejor pilar en el que sostenerse para andar este duro camino. Este avatar del destino ha hecho que se una aún más a sus padres, pero también a sus tíos y primos. De hecho, muchos de ellos le visitaron en Nueva York para trasladarle sus fuerzas.
Si alguien consigue sacarle una sonrisa independientemente del momento, esa es su hermana pequeña. Ginevra Ena, nacida hace dos años del matrimonio de María Palacios y Alessandro Lequio, es la debilidad del joven, que se refiere a ella cariñosamente como «la criminal». También tiene contacto continuo con Clemente, su hermano, con el que ha recuperado el tiempo perdido.
