La que se alzara ganadora de Supervivientes en 2008 ha estado un tiempo muy alejada del foco mediático. Miriam Sánchez ha intentado mantener un perfil bajo en los últimos años, pero ahora ha vuelto a ocupar todos los titulares tras desatarse los rumores de que sufre problemas psicológicos y económicos. Dos personas muy cercanas a ella han roto su silencio y han destapado toda la verdad sobre la terrible situación por la que está pasando la exactriz de cine para adultos. ¿Quieres saber qué le ocurre? Sigue leyendo para descubrirlo.
El descenso a los infiernos de Miriam
> Fue uno de los rostro más ilustres de Telecinco. Miriam pasó por una época dorada en televisión a partir del momento en que se convirtió en ganadora de Supervivientes en 2008. Su carisma le valió un puesto fijo en Mujeres y hombres y viceversa, pero un punto de inflexión cambió su vida para siempre. El que fuera su pareja y compañero de trabajo por aquel entonces, Pipi Estrada, fue acusado de compartir el número de teléfono de varias participantes con algunos amigos suyos futbolistas. Este mal hacer le costó su despido fulminante, pero arrastró a Sánchez con él. La productora los consideraba un equipo y no tuvo reparos a la hora de echarlos a los dos. Al parecer, ese fue el momento en que la madrileña empezó su particular descenso a los infiernos.
Así lo ha confesado el propio Estrada en la revista Pronto. «La salida de aquel programa fue traumática. Miriam no ha superado esa frustración. Tiene secuelas. Le ha hecho odiar el foco mediático», apuntó el tertuliano. Además, Miriam nunca superó la traición que sufrió por parte del que por aquel entonces era un gran amigo: Rafa Mora. Él fue quien sacó a la luz el escándalo que le costó su puesto de trabajo, y Sánchez no lo ha perdonado. «Miriam consideraba a Rafa un amigo. Le defendió y ayudó cuando lo necesitaba. Ahora lo detesta. No lo perdona y yo tampoco», sentenció Pipi. Desde entonces, Sánchez no ha levantado cabeza y arrastra graves problemas psicológicos de cuyas secuelas aún se está recuperando.
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