Para nadie es un secreto que el mercado de la medicina estética ha ido aumentando considerablemente año tras año. Gracias a ello, además de haber muchos más especialistas en el sector y lugares que ofrecen sus servicios, también ha crecido la cantidad de personas interesadas. Si perteneces a este último grupo, probablemente te has preguntado: ¿qué tomar en cuenta al momento de elegir una clínica para someternos a algún tratamiento de medicina estética?
Medicina estética: Cada vez más clientes
Como hemos mencionado anteriormente, se ha podido apreciar que cada año hay más cirugía y clínicas relacionadas al área de la medicina estética. Esto sucede debido a varias razones; se ha alcanzado la aceptación mayoritaria de que se puede cambiar físicamente y se ha creado conciencia al respecto entre hombres y mujeres, y por tanto no se siente vergüenza ante ello. Los precios de insumos, aparatos e instrumentos han disminuido. Además, aunado a ello, existen nuevas tecnologías no invasivas que brindan seguridad y reducción de riesgos en los procedimientos, contrario a lo que sucede con la cirugía plástica.
En líneas generales, todos sabemos que, gracias a esta rama de la medicina, podemos mejorar significativamente nuestra apariencia o la forma en que nos vemos. Al mismo tiempo, es una manera para poder librarnos de los defectos y de todo lo negativo que traigan consigo, como la baja autoestima, los complejos, etcétera.
De esta manera, los tratamientos de medicina estética más populares incluyen, entre otros, el lifting facial, la remodelación de nariz con ácido hialurónico o hidroxiapatita cálcica, rejuvenecimiento periocular y peribucal con láser, técnicas en la piel con radiofrecuencia nano fraccional (para acné, estrías y cicatrices), tonificación corporal con colágeno.
En este sentido, cada persona que tenga intenciones de realizarse alguno de los procedimientos mencionados, debería considerarlos aspectos necesarios que le permitan conocer… ¿cómo elegir un consultorio de medicina estética?
Primero que todo, es prudente entender que todo tratamiento de medicina estética debe llevarse a cabo de principio a fin de manera correcta, en un entorno de trabajo debidamente creado y bajo la tutela de especialistas que dominen perfectamente todos los métodos que ofrecen. Conjuntamente, es importante asegurarse de…
– La seguridad:
A pesar de que solicite una cirugía simple que no requiera el mismo nivel de intervención que en una cirugía plástica, hay que tener en cuenta que también existe el riesgo de infecciones y el padecimiento o complicación de enfermedades graves. Esto sucede ya que, en cualquiera de los casos, se produce una alteración e intervención en la piel por lo que se puede exponer a amenazas como virus y bacterias.
Para evitar esto, una buena clínica de medicina estética debe, obligatoriamente, esterilizar cada una de las herramientas e instrumentos que implementa en los procedimientos que lleva a cabo. La esterilización es un proceso que se requiere para eliminar los virus y bacterias de los implementos usados en las intervenciones quirúrgicas, especialmente de aquellos de rutina o uso frecuente.
Este proceso se realiza con una autoclave. Una autoclave es un dispositivo específicamente para esterilizar instrumentos de laboratorio a través de la utilización de vapor de agua que se maneja a alta presión y temperatura. Es reglamentario que cada clínica cuente con un aparato de este tipo, independientemente de la rama de la medicina a la que se dedique. Así que puedes sentirte completamente libre de preguntar si el lugar en el que estás solicitando información posee uno de ellos. Deja la timidez de lado ya que así podrás cuidar de tu salud e, incluso, de tu vida.
– Personal profesional:
Toda clínica, sea de medicina estética o de cualquier otro tipo, recomendable debe contar con personal altamente calificado y profesional, preferiblemente aquellos que cuenten con experiencia prueba que pueda ser demostrada a través de documentos o certificados. Es ideal que el especialista que realizará el tratamiento haga una pequeña historia clínica del paciente en la que detalle su estado (cómo se ve) antes del inicio.
Aunado a ello, debe ejecutar un estudio que le permita conocer si es realmente adecuado para la persona a tratar, indicando los posibles riesgos, los efectos secundarios, el tiempo de reposo o convalecencia, lo que se debe aplicar después del proceso y más. Se aconseja recurrir a doctores con maestrías, postrados o especializaciones que tengan conocimiento suficiente en el tema.
– Opiniones de otros clientes:
Si una clínica ha estado operando por algún tiempo, es muy probable que podamos encontrar algunas reseñas en línea de clientes que haya usado sus servicios anteriormente. Para verificar esta información, puedes dirigirte a la página web de la clínica o buscar sus perfiles en redes sociales. Una vez allí, podrás mirar los comentarios o revisar recomendaciones, también quizás tenga la posibilidad de ver fotos de los efectos de los tratamientos y más.
Otra cosa que puedes hacer es preguntar en tu círculo de amistades para saber si una persona conocida ha asistido a la clínica que estás evaluando y consultarle si ha probado sus tratamientos, cuál fue su experiencia y más.
– Estatus de la clínica:
Una clínica recomendada no es aquella que solo ofrece los tratamientos de interés para nosotros sino aquella que se mantiene a la vanguardia, sigue las tendencias y dispone de dispositivos modernos para la realización de sus procedimientos. Del mismo modo, se aconseja comparar precios con otros lugares, teniendo en cuenta que, en estos casos, que lo “barato” no siempre es bueno.
Hay que recordar que, cuando se trata de nuestra apariencia, no vale la pena tomar riesgos. Ni siquiera por querer ahorrar un poco de dinero. La medicina estética requiere de aparatos y productos que pueden ser costosos pero que son necesarios para alcanzar buenos resultados, por lo tanto, los precios de los tratamientos deben estar adaptados a ello.
¿A qué más vale la pena prestarle atención?
– Cultura y buen servicio:
Los centros clínicos de medicina estética son, usualmente, lugares en los que debemos invertir sumas grandes de dinero. Por consiguiente, cada usuario debe recibir un trato amable. Incluso, sin haber adquirido un servicio, cada persona que solicite información debe ser tratada amablemente y con respeto.
Adicionalmente, las instalaciones de la clínica deben constituir un lugar cómodo, que brinde bienestar y tranquilidad al momento de esperar, y que cuente con un ambiente agradable. Todos los clientes tienen el derecho de preguntar lo que necesiten conocer respecto a los procedimientos o al tiempo de espera y obtener respuestas adecuadas.
– Facilidad para reservar fechas:
Por lo general, los lugares donde los clientes están satisfechos con los resultados son muy concurridos, están mayormente llenos y se reservan con anticipación. Si cuando se pide una cita, la administración nos ofrece fácilmente fechas de cierre variadas, entonces debemos pensar un poco. La pequeña ocupación del lugar o la reducida cantidad de clientes puede ser indicios de que algo no está bien.
¡Estos son los puntos de mayor relevancia al momento de escoger la clínica ideal para realizarse tratamientos de medicina estética! Siempre ten en mente que cuidar de tu salud debe ser prioridad antes de someterse a cualquier procedimiento químico o quirúrgico.
