Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia (sobre todo esta última) están intentando por todos los medios que sus hijas lleven una infancia de lo más natural. La sobreprotección y el exceso control que su madre ejerce sobre ellas están haciendo que su teórico plan no termine de salirles del todo bien.
Alejadas del protocolo, (la mayoría) de eventos oficiales de palacio y las responsabilidades dinásticas impuestas por la Institución a la que representan, las pequeñas intentan llevar una vida de niñas normales, pero en última instancia y a tenor de las información que os traemos, podemos afirmar que no es así. El próximo 11 de septiembre se incorporarán, de nuevo, a la rutina escolar.
Leonor y Sofía, dos alumnas muy diferentes por imposición de Letizia

Leonor y Sofía de Borbón y Ortiz acuden al colegio Santa María de los Rosales desde que tienen tres años. Ese centro privado de la localidad de Aravaca (Madrid) es el mismo en el que estudió su padre, el rey Felipe, y donde conoció a grandes amigos para toda la vida como los hermanos Ricky y Álvaro Fuster o Javier López Madrid.
Según ha podido conocer este medio de comunicación, Leonor y Sofía no son dos niñas más en el clásico centro de estudios. Con la llegada de las dos pequeñas, en el año 2008 y 2009, el colegio elevó las vallas del recreo hasta los dos metros de altura para preservar la intimidad de las hijas de Felipe y Letizia. Una decisión que alegró un sector de padres de los alumnos pero disgustó a otros tantos.
Los cambios en el Santa María de los Rosales

Según han comentado algunos padres de alumnos del colegio de la princesa de Asturias y de la infanta Leonor, desde su llegada el centro ha sufrido numerosos cambios. El primero, más evidente, y que afectó a todos y cada uno de los alumnos del centro fue la alimentación.
Doña Letizia se encargó personalmente de elaborar el menú completo del colegio de sus hijas, una decisión aceptada por la dirección del Rosales que afectó directamente a todos y cada uno de los alumnos. Nada de fritos, cero grasa y lo mínimo en carbohidratos. En su mayoría sopas de verduras, pescado fresco y purés. De postre, siempre fruta y nada jamás que tenga azúcar. Otro de los cambios que se apresuraron en aplicar en el Rosales fue la implantación y el desarrollo de las tecnologías, en ordenadores portátiles y pizarras, que pasaron de ser de tiza a ser electrónicas.
La seguridad en el colegio

No es ningún secreto que la Familia Real lleva consigo una seguridad privada. Un equipo de escoltas que preservan y velan por la seguridad física de la primera institución del país. Desde que don Felipe acudía al Santa María de los Rosales, la vigilancia y la seguridad en los alrededores del centro eran una constante.
Ídem con sus hijas. Según algunos padres, la seguridad por parte de Casa Real en el centro escolar es extrema hasta el punto de incomodar a cierto sector del alumnado. Cada mañana, antes de que las dos pequeñas lleguen a sus clases, la escolta, con coches blindados y acompañada de perros policía revisan la zona escolar. Otro de los grandes cambios que ha experimentado el colegio es la asistencia de las familias a las fiestas de Navidad. Los compañeros de Leonor y Sofía solo pueden invitar a sus padres previa entrega de documento nacional de identidad.
La anécdota de Alejandra, la hija de Terelu

Respecto a la seguridad que guarda la integridad física de las dos hijas de los Reyes, Terelu relataba hace unos días una anécdota personal de su hija Alejandra. La única hija de Terelu acudía al Rosales hasta empezar el Bachillerato. En ese tiempo, coincidía en el recreo con Leonor, la hija mayor de los Reyes y futura reina de España.
Según la propia Terelu, el guardaespaldas de la princesa de Asturias no se separa a más de dos metros de ella y la tiene controlada en todo momento. Siendo Leonor aún una niña de primaria, se acercó cariñosamente a Alejandra, con quien tenía muy buena relación pese a la diferencia de edad y le pidió un beso. En ese momento, cuando la pequeña de las Campos se acercó a la infanta, el seguridad dio un paso al frente y la hija de Terelu se asustó y huyó. Un gesto que demuestra lo sociable y cariñosa que es la primogénita de Letizia y lo difícil que lo tiene para desarrollar su infancia como una niña más de su edad.
Letizia y los carretes de foto

Otra anécdota sobre la difícil y desemejante infancia de las infantas Leonor y Sofía salía a la luz hace casi diez años. La princesa Letizia, según publicaba en exclusiva el portal Vanitatis, llevó a las niñas al club Puerta de Hierro, uno de los más exclusivos de Madrid. Allí, en aquel momento, se estaba celebrando el cumpleaños de un niño, con payasos, chucherías y regalos, un atractivo seguro para unas niñas de las edades de Leonor y Sofía entonces (3 y 2 años).
Las pequeñas se acercaron y los niños jugaron con ellas. Al terminar la fiesta de cumpleaños, el guardaespaldas de Letizia se acercó a un familiar y les exigió los carretes de fotografía y el contenido de las cámaras de vídeo. En nombre de la princesa de Asturias no podían permitir que sus hijas estuvieran en cámaras de foto y vídeos de carácter privado. El guardaespaldas, según el medio de comunicación, insistió al familiar y el padre de los niños, al ver la situación, se acercó a la escolta real y les dijo «Recuerde a la princesa de Asturias que las niñas no nos molestan nada, pero no han sido invitadas».
Siguiendo la tradición familiar

Don Felipe y doña Letizia escogieron para sus hijas el colegio Santa María de los Rosales. Allí estudió el rey y las infantas Elena y Cristina. Era habitual que doña Sofía fuera a llevar y recoger a sus hijos. Lo mismo que los actuales reyes, siempre que sus obligaciones se lo permiten. No obstante, es doña Letizia quien más se implica en todo lo relacionado con Santa María de los Rosales.
La llegada de Leonor y Sofía a la escuela ha cambiado las normas. Está prohibido el uso de teléfonos móviles para que no pueda captarse imagen alguna de las niñas. También el menú ha sufrido cambios. Doña Letizia es una firme defensora de la comida sana y eso ha hecho que en Santa María de los Rosales hayan desaparecidos los fritos y todos aquellos platos ricos en grasas. Ahora priman las verduras, las legumbres y carnes y pescados a la plancha.
Letizia y su fobia a que fotografíen a sus hijas

El tema de las fotografías ha sido motivo de conflicto en el colegio. Algunos padres se han quejado de las condiciones impuestas por doña Letizia. Existe un férreo control para que no aparezcan publicadas imágenes de las infantas en su día a día escolar y también en cuanto a celebraciones y festivales, así lo explican en Vanity Fair: “Desde el primer curso, Letizia pidió que no tomáramos fotos en los cumpleaños que celebrábamos juntos”.
Así justificó la reina Letizia su petición según la fuente de Vanity Fair: “Ella prefería que no lo hiciéramos para que no se filtraran esas imágenes más personales”. También afecta esta norma a los festivales celebrados en el colegio: “En las funciones del colegio sí se puede grabar pero luego no podemos distribuir esas imágenes, pero también por el resto de los niños”. Queda claro que aquí nadie se salta el mandato de doña Letizia. Sin embargo, eso no evita que algunos padres hayan mostrado su malestar a la dirección del centro.
Leonor y Sofía, dos niñas muy bien aleccionadas

Desde bien pequeñas, Leonor y Sofía han sido educadas para no explicar nada de lo que ocurre en su vida familiar. ¿El motivo? Se desconoce. Unos hablan de cuestión de seguridad, otros aseguran que el papel que tienen reservado en la vida hace inviable que se manejen con los mismos códigos de sus coetáneos. Sin embargo, esto choca con la máxima de doña Letizia y don Felipe, que sus hijas disfruten de una infancia como la de cualquier otro niño de su edad.
El mutismo impuesto por los reyes a sus hijas afecta también a sus compañeros de clase, pues si algo cuentan Leonor y Sofía, están obligados a guardar silencio. Por otro parte, hablamos de una circunstancia que pocas veces ocurre, pues las infantas ya tienen callo en esta cuestión. Tal como dijo la reina en el último posado veraniego, sus hijas están muy bien aleccionadas en este sentido.
La venganza de Letizia

Aunque de cara a la galería don Felipe y doña Letizia quieren dar una imagen de padres unidos en cuanto a la educación de sus hijas, la realidad podría ser diferente. En alguna ocasión, el rey no ha estado de acuerdo con la sobreprotección dela reina para con Leonor y Sofía. La reina no quiere exponer a las niñas públicamente sin un motivo justificado. Esto ha afectado a ciertos actos de carácter histórico y familiar.
Ocurrió este año cuando se celebró la misa por los veinticinco años del fallecimiento de don Juan de Borbón. Don Felipe quería que Leonor y Sofía estuvieran presentes. Sin embargo, Letizia se plantó y las niñas no asistieron. En este caso, todo indica que la reina se vengó así de los desplantes recibidos por su suegro. Un gesto que don Juan Carlos no olvidará con facilidad y que todavía le ha alejado más de esa nuera que considera mandona y vengativa.
Letizia, una madre controladora

La periodista Carmen Enríquez ha dado su opinión en Vanity Fair sobre el celo extremo de doña Letizia en relación a las fotografías que se toman de las infantas: “Letizia ha sido absolutamente estricta en la educación de las niñas en este sentido y siempre ha actuado con un afán de sobreprotección. Cuando hay algún acto público está todo el rato mirando a las niñas, tocándoles el pelo, vigilándolas. Esto lo puedes hacer más cuando tenían cuatro años pero las niñas ya no son tan niñas. Hay que relajarse según pasa el tiempo”.
Si algo no se permite doña Letizia es la relajación en cuanto a las normas impuestas sobre sus hijas. Mucho se ha comentado que cuando comparte acto público con Leonor y Sofía, centra toda su atención en ellas dejando al resto de invitados de lado. Este escrutinio y control constante no es aconsejable porque fomenta personalidades débiles. A las infantas hay que darles su margen para que experimenten por sí mismas y aprendan. Sin embargo, la reina, en su búsqueda de la perfección, les corta las alas.
Leonor y Sofía de Borbón son las niñas menos fotografiadas de la realeza europea. A diferencia de sus coetáneas, las infantas no tienen protagonismo institucional. En el caso de la heredera, tan solo tiene un compromiso oficial al año, la fiesta del doce de octubre. Ahora don Felipe y doña Letizia han sorprendido con una decisión que afecta al verano de sus hijas.
Al otro lado del charco

La Casa Real ha emitido un comunicado donde explican que Leonor y Sofía pasarán este mes de julio en un campamento en Estados Unidos: “En el proceso de formación académica y personal de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, la Infanta Doña Leonor, y de su hermana Su Alteza Real la Infanta Doña Sofía, Sus Majestades los Reyes han decidido que ambas asistan durante un mes a un campamento de verano infantil en los Estados Unidos de Norteamérica, de donde regresarán a finales del presente mes de julio”.
Estas son las razones de don Felipe y doña Letizia para enviar a sus hijas a miles de kilómetros de distancia: “De esta manera, Sus Majestades los Reyes desean que las Infantas reciban formación complementaria a su escolarización en España en un ambiente de intercambio cultural con niñas y niños de diferentes nacionalidades. El objetivo es el de que dicha estancia les pueda aportar tanto a Doña Leonor como a Doña Sofía nuevos conocimientos y experiencias con actividades acordes con su edad”.
No a los Urdangarín

Se espera que la infanta Cristina y sus hijos recalen en Palma durante el mes de julio. El hecho de que Leonor y Sofía estén en Estados Unidos evita a los Reyes que sus hijas tengan que coincidir con los primos Urdangarín. Las niñas regresarán a Madrid a finales de julio y de ahí partirán hacia Mallorca en compañía de sus padres. Como cada mes de agosto, la Familia Real da el pistoletazo de salida a las vacaciones en Palma.
No está claro si este verano los Reyes podrán disfrutar de unos días de descanso alejados del ojo público. Tras lo sucedido durante la última misa de Pascua, el rifirrafe entre doña Letizia y doña Sofía, la Casa Real ha cambiado los planes y todo indica que don Felipe y su familia tendrán que permanecer más días en la isla balear. Algo que no es el agrado de la Reina pero que tiene que acatar tras el bochornoso incidente.
Solo comida sana

La educación de las infantas Leonor y Sofía ha sido objeto de críticas por la rigidez que conlleva la misma y que muchos achacan a doña Letizia. Se comenta que la Reina es una madre muy estricta. En cuestiones alimenticias, las infantas tienen vetadas las chucherías. Este punto podría haber sido motivo de discusión entre la soberana y su suegra, acostumbrada a obsequiar a sus nietos pequeños con caramelos.
Doña Letizia es contraria a los fritos y el azúcar. De hecho, las infantas tan solo pueden comer huevo y patatas fritas una vez al mes. La Reina es fan incondicional de la comida saludable y este hecho ha obligado a modificar el menú del colegio Los Rosales, donde asisten Leonor y Sofía. La Reina ha conseguido que la verdura que se sirve a los alumnos sea ecológica y también la defenestración de los empanados. Estas modificaciones, aunque sanas, han conllevado un aumento en el precio del comedor, lo que ha hecho que algunos padres pongan el grito en el cielo.
Ser o no ser

Tanto don Felipe como doña Letizia están de acuerdo en resguardar al máximo la infancia de sus hijas. De hecho, el Rey se ha lamentado de la exposición que tuvo siendo niño. A muy temprana edad, empezó a participar en actos y parece que eso no fue de su agrado. Por tanto, tras ser padre, decidió, conjuntamente con doña Letizia, que Leonor y Sofía no tendrían presencia pública hasta llegar a una edad donde pudieran entender el significado de lo que representan.
La decisión de los Reyes ha levantado algunas críticas que se fundamentan en el hecho de que los integrantes de la realeza aprenden los usos y costumbres siendo niños. De otra forma resulta muy difícil poder desempeñarse en los actos. Se trata de sonreír, estrechar manos, escuchar atentamente y departir. Eso sí, siempre con buena cara. No resulta fácil a menos que te lo inculquen desde la más tierna infancia.
La hora del adiós

En cuestiones de carácter, Leonor se parece a su padre. Es tranquila, reflexiva, disciplinada y dócil. Más inquieta y picarona es Sofía, que se convirtió en la favorita de los internautas por su naturalidad durante el documental que se emitió sobre la vida de la Familia Real. Hasta el momento, los caminos de las infantas han discurrido en paralelo. Sin embargo, se va acercando la hora de la separación.
Leonor está llamada a suceder a su padre, por lo que debe formarse en diferentes materias. Algo de lo que está exenta Sofía. Las hermanas se llevan muy bien. El único motivo de roce son las fotos institucionales que protagonizan los Reyes y Leonor. Es ahí cuando Sofía se planta y quiere tener arte y parte. Don Felipe y doña Sofía lo que hacen es posar con ella y la instantánea se guarda en el álbum familiar.
Todavía resuenan los ecos del encontronazo entre doña Letizia y doña Sofía. Ocurrió en Palma de Mallorca durante la misa de Pascua. La Reina Emérita intentaba hacerse una fotografía con sus nietas pero su nuera lo impidió. Este asunto ha levantado un tsunami en la prensa nacional e internacional y ha llevado a la Familia Real a tomar cartas en el asunto para frenar esta crisis. Se avecinan cambios. Te lo contamos a continuación.
Todo empezó en Palma

La mecha estalló públicamente en la misa de Pascua celebrada en Palma de Mallorca. A la misma asistió la Familia Real al completo. Pues bien, tras acabar el oficio religioso, doña Sofía quiso hacerse una foto con sus nietas pero no pudo ser. Lo intentó en varias ocasiones pero en todas se interpuso doña Letizia.
El asunto se hizo público cuando las imágenes llegaron a todas las redacciones. Ahí estaba la confirmación del runrún que hablaba de desavenencias entre doña Letizia y doña Sofía. Lejos de quedar en una simple anécdota, el feo a la Reina Emérita hizo que se alzaran voces muy críticas contra la esposa de don Felipe.
Lo cierto es que resultaba increíble ver a doña Letizia cubriendo a sus hijas para que el objetivo no pudiera captarlas. Mientras tanto, la infanta Leonor se deshacía del brazo de su abuela sin miramientos. Y minutos más tarde, la Reina limpiaba la frente de sus hijas tras recibir un beso de doña Sofía.
Pitos y abucheos

Intentado aplacar los ánimos, doña Letizia transmitió a una de sus amigas que estaba sobrepasada y desolada por el cariz que habían tomado los acontecimientos. Que ella solo intentó lo que hace siempre, proteger la imagen de sus hijas porque le gusta tener el control de las imágenes que se toman de ellas.
Sea como fuere, las explicaciones de la Reina no convencieron a nadie. Hasta la esposa de Pablo de Grecia, Marie Chantal Miller la criticó en redes sociales por su comportamiento y sentenció: “Por fin ha dejado ver su auténtica forma de ser”. El mensaje fue eliminado a petición don Felipe a su primo Pablo.
Aunque se aprovechó la visita al hospital donde convalecía don Juan Carlos tras una operación para que doña Sofía se fotografiara con sus nietas, la polvareda no ha cesado. Son muchas las voces que se han alzado contra doña Letizia, que incluso ha recibido abucheos y silbidos. Sin duda, algo nunca visto hasta ahora, pues la Reina Emérita siempre ha sido bien recibida allá donde ha pisado.
Limpieza de imagen

Conscientes de que lo sucedido ha afectado negativamente la imagen de la Reina Letizia, en Zarzuela se han puesto las pilas y quieren acabar con la polémica con un plan que han diseñado. Se trata de ofrecer la imagen de familia unida y feliz, según publica Marina Pina en LOC.
A doña Letizia, siempre alérgica a Palma, este verano le va a tocar ración doble. Marivent será el punto de reunión de la familia pero se acabó eso de no dejarse ver. La Reina estará de vacaciones pero ya se ha pactado que aparezca por el Club Naútico con la mejor de sus sonrisas y facilitando el trabajo de los periodistas allí acreditados. Además, está previsto que salga por Palma imitando lo que durante años ha hecho su suegra, pasear por la isla, sola o acompañada, ir de compras o visitar determinados lugares.
Aunque ya se sabe que doña Letizia cuida al máximo todas y cada una de las apariciones de sus hijas, este verano las infantas tendrán más presencia. También participarán en las actividades deportivas que doña Sofía organiza para sus nietos y en las que apenas se las ha visto, según algunos, por expreso deseo de su madre.
El regreso de Cristina

Según LOC, se da por segura la presencia de doña Cristina en Palma. Se cuenta que para entonces, Iñaki Urdangarín ya estará en prisión y ella podrá volver a mostrarse en público con los suyos. En este sentido, siempre ha contado con el apoyo de sus padres y su hermana. Por el contrario, don Felipe y doña Letizia se han desligado completamente de ella.
A pesar de la renovada imagen de familia unida que se quiere ofrecer, no está previsto que los Reyes se muestren junto a la infanta Cristina. Don Felipe y doña Letizia quieren mantener a salvo su reinado y de ahí que hayan establecido un cordón sanitario alrededor de los Urdangarín. Esto ya levantó comentarios el verano pasado. La distancia impuesta por los reyes se hacía extensible a los hijos de Cristina e Iñaki. Y para contrarrestar críticas, don Felipe salió a navegar con sus sobrinos. Posteriormente, se fueron de cena y ahí sí que se unió la Reina y sus hijas.
La gran cita

La encargada de que todo está listo en Marivent para recibir a la familia será doña Sofía, que se trasladará a Palma entre el 16 y 17 de julio y allí permanecerá organizando y recibiendo a hijos, nietos y esposo. Para la Reina Emérita hay una fecha señalada este verano. Se trata de la semana del 23 de julio, en la que reunirá a los niños Marichalar y Urdangarín junto con sus respectivas madres.
La intención de doña Sofía es poder disfrutar del regreso de Cristina a Palma y dejarse ver junto a ella. En esto la secunda doña Elena, siempre apoyando a su hermana. A su lado se ha mostrado en fechas señaladas desde que estallara el caso Noos. A pesar de que esto ha disgustado profundamente a don Felipe, la hija mayor de los Reyes Eméritos tomó una decisión y ahí se mantiene firme.
El caso Noos también ha afectado a doña Elena. De forma preventiva, a ella también se la apartó de la agenda oficial. Se hizo por temor a que pudiera vinculársela con alguno de los negocios llevados a cabo por Iñaki Urdangarín y que acabaron sentándolo en el banquillo y le llevarán a prisión.
Críticas a Letizia

Este verano, podremos ver a don Felipe y don Juan Carlos juntos en el Club Náutico ya que ambos van a competir, aunque, eso sí, cada uno por su lado. Los compañeros de LOC señalan que el artífice de esta reunificación familiar es el Rey Emérito, que ha tomado la batuta y ha diseñado este plan destinado a limpiar la imagen de desunión que se ha instalado en la opinión pública tras el desencuentro entre reinas.
En el aire queda si doña Letizia se saldrá con la suya y llevará a cabo su máxima: vacaciones privadas. Algo por lo que ha recibido numerosas críticas debido a su manera de ejercer el cargo. Hay quien la ha señalado como una funcionaria de alto nivel. Sin duda, un comentario que no habrá hecho ninguna gracia a la soberana.
Algo pasa con doña Letizia que no acaba de ser aceptada. Se la percibe fría, altiva y nada empática. En contrapartida, doña Sofía sigue gozando de la mejor opinión. Sus maneras cercanas y dulces gustan. Se la ve como una mujer que siempre sabe estar en su sitio y que jamás olvida que es Reina.