El concepto de ‘La Isla de las Tentaciones’ es una perversión en sí mismo, en el que sus participantes no sólo ponen a prueba su amor y confianza; en un formato en el que las cinco parejas participantes son separadas para que convivan en villas de lujo con un grupo de solteros, también se ponen a prueba sus virtudes.
Pero no nos referimos a cualquier virtud, sino a aquellas relacionadas con la facultad de controlar y superar lo que haría al ser humano caer en el pecado o, en este caso, en la tentación.
Castidad

El fundamento principal del formato de Mediaset es poner a prueba a las cinco parejas de participantes; por ello la castidad es – si se quiere – la primeras de las virtudes que se vulnera ante la lujuria que, por excelencia, representan los solteros y solteras del programa, que con sus encantos pretenden conquistar a los hombres y mujeres que decidieron embarcarse en esta aventura, rumbo a ‘La Isla de las Tentaciones’.
Al inicio del concurso, las parejas son separadas y puestas a pruebas de convivencia continua con los ‘tentadores’ y ‘tentadoras’. Esto aunado a las citas, en las que los solteros harán todo lo posible por tambalear su fuerza de voluntad. Lo vimos en las primeras imágenes promocionales de esta segunda edición del reality.
Una muestra de cuan vulnerables pueden ser algunos concursantes es Tom Brusse, que se ha dejado lamer el cuello en la piscina y posteriormente fue visto tonteando con otra de las solteras.
Caridad

La caridad es la virtud sobre la envidia. Y esta es otra de las que hemos visto que ha sido quebrantada en ‘La Isla de las Tentaciones’ ante la envidia de algunos solteros, que han puesto en manifiesto la envidia que sienten de la relaciones de otro.
Kevin ha sido uno de ellos; recientemente le hemos visto preguntándole a Marta si estaba enamorada de Lester – con el que lleva 11 años de relación – “no lo sé”, respondió de ella; y ante tal ambigüedad, Kevin no dudó en responder: “Si él lo deja contigo, a ver si tiene cojones de encontrar a otra igual. Cuando pasen los 6 meses y eso se va a arrepentir. Eres una tía divertida, extravagante… Me da un coraje que no te lo crees ni tú. Tú vales mucho”.
Otro ejemplo podría ser la causa del enfrentamiento entre dos de las solteras, Sandra y Luzma. Al parecer, ambas beben los vientos por Tom y mientras jugaban a ‘Verdad o Atrevimiento’, Luzma le propuso un reto a Sandra que no le ha sentado bien. Al final, la situación desencadenó un enfrentamiento que ha podido verse en el segundo capítulo de nueva temporada.
Y a pesar de que en esta reseña nos referimos a los participantes de la ‘La Isla de las Tentaciones’, no podemos pasar por alto el hecho de que muchos espectadores sienten cierta envidia, pues desearían disfrutar de un baño en esas maravillosas piscinas y por qué no, dejarse tentar aunque fuera solo un poco.
Paciencia

Mantener la calma en momentos de tensión y no dejarse llevar por el odio, ni por sentimientos de venganza – sea cual sea la situación – es la virtud sobre la ira; uno de los elementos que ya se ha hecho presente en esta segunda edición del reality.
Los acercamientos entre emparejados y solteros generan los primeros conflictos que son intensificados durante la hoguera; que como es de esperar, supone un antes y un después en ‘La Isla de las Tentaciones’, ya que es el momento en el que Sandra Barneda les muestra imágenes de lo que están haciendo sus parejas con los solteros y solteras.
En el debate que se ha llevado a cabo este martes, hemos podido ver como Melyssa, presa de la ira, ha recorrido 3 km desde la Villa Playa – donde se alojan las chicas – hasta la Villa Montaña, donde se alojan los chicos, incumpliendo las normas del programa y dando lugar a un tenso cara a cara con Tom, su novio.
Generosidad

La generosidad es la virtud que se transgrede bajo la avaricia que, para muchos, es el incentivo que alimenta a los participantes y tentadores del reality.
Una youtuber conocida como Patrizienta – Patricia Domínguez – compartió en su canal, un video en el que cuenta que estuvo a punto de participar con su pareja en la temporada anterior de ‘La Isla de las Tentaciones’; y a pesar de haber llegado a la fase final del casting, decidieron dar marcha atrás.
En el video, Patricia explica que les preguntaron un montón de cosas que abrumaron un poco a la pareja, pues le parecieron demasiado personales. Por otra parte les explicaron que iban a tener mucha publicidad en diferentes programas de Telecinco y que ganarían un sueldo de unos 1000 euros, aunado a la publicidad que puede hacerles ganar mucho dinero.
Y según la madre de Melyssa, ese pudo ser el motivo que atrajo a Tom Brusse al reality. Este martes, durante ‘El debate de las Tentaciones’, Nela – madre de Melyssa – dijo: “Es un niño joven, guapo y rico, sólo le faltaba la fama. Mi hija no quería ir a ‘La Isla de las Tentaciones’, pero él sí”.
Humildad, ¡la excepción!

Esta es la virtud sobre la soberbia; es la cualidad de no buscar la admiración en los demás per, sobre todo, el considerarse a uno mismo como autosuficiente.
Y precisamente la humildad fue la base en la decisión de Inma y Ángel para abandonar ‘La Isla de las Tentaciones’.
La incertidumbre de Inma después de la primera hoguera del programa fue tal, que acabó por solicitar una hoguera de confrontación. Recordemos que, durante la hoguera, la organización no le puso imágenes justificando que no querían perjudicar su estado puesto que, desde un inicio, había estando comentando que no estaba a gusto rodeada de tantos chicos y que echaba mucho de menos a Ángel, su pareja. Lo que ella no sabía era que – en efecto – no había imágenes para ella.
La invitación de Inma causó gran preocupación en Ángel, que rompió en llanto. Pero una vez que se vieron y comenzaron a hablar, ambos coincidieron en que deseaban volver a su casa y pasar tiempo juntos.
Templanza y Diligencia

La templanza y la diligencia son las virtudes que están sobre gula y la pereza, respectivamente. Y es de suponer que ambas virtudes perecen ante las magníficas mansiones en las que viven los concursantes del reality.
En un entorno paradisiaco de la República Dominicana, se encuentran Villa Playa y Villa Montaña, pequeñas mansiones con todo lujo de detalles en las que viven las mujeres y los hombres – respectivamente – que participan en el programa; lugares en el que todo está pensado para invitar a sus habitantes al descanso y disfrute del placer de los sentidos.