La hija de Kiko Matamoros y Makoke, al igual que sus progenitores, manifiesta una gran inclinación a cuidar con gran esmero su aspecto físico, combinando hábitos saludables con tratamientos y/o cirugías. La joven de 20 años tiene más de 600.000 seguidores en Instagram y supera los 118.000 en Youtube, lo que probablemente añada un plus de presión sobre ella en cuanto a su cuerpo.
En su último video, la influencer ha hecho un análisis de su físico comentando los cambios que ha experimentado en los últimos 3 años, desde 2017 un poco antes de convertirse en un personaje popular en redes sociales, y cuando aún tenía algunos complejos por solucionar y todavía no iba al gimnasio. Durante ese tiempo la hemos visto muy diferente a como se le ve ahora, no solo porque prácticamente acaba de salir de la adolescencia, también por cuestiones personales como cambios de ánimo o estilos de vida. Pero la pregunta clave es, ¿qué retoques se ha hecho para transformarse?
DE ADOLESCENTE ACOMPLEJADA A MUJER SEGURA DE SI MISMA
En el vídeo que la joven ha subido a Youtube comenzaba diciendo que era algo muy delicado y que se lo había pensado mucho antes de hacerlo, pero que la gente no hace más que comentarle cosas sobre lo mucho que ha cambiado y, según la época, que si ha adelgazado mucho o que si está un poco más gordita. Anita aseguraba que ella jamás le haría a alguien un comentario así, lo que nos hace pensar que de alguna manera le duele que la conversación de sus seguidores se enfoque tanto en su cuerpo. Aun así, a lo largo de casi 15 minutos ha ido analizando punto por punto todos sus cambios físicos y señalando algunos complejos adolescentes.

A LOS 17 AÑOS ERA FELIZ
Vemos a una Anita Matamoros de 17 años, en 1º de Bachillerato, una etapa en la que, según ella se sentía feliz con respecto a su vida, porque se lo pasaba muy bien en el colegio y por lo tanto, se encontraba también bien en su cuerpo. Llevaba un largo cabello rubio oscuro con un flequillo, que dice que le gusta mucho, pero que le parece un poco complicado de mantener.

COMPLEJO CON SU PECHO
En 2018 la influencer comenzó a ser presa de los complejos y lo expresó mostrando unas instantáneas donde se la veía en bañador y confesaba que había tenido mucho complejo con su pecho porque era ‘enorme y muy caído’ y que por otra parte estaba flácida porque se pasaba la mayor parte del día sentada en clases y estudiando en casa. Además señala que estaba ‘más ancha’, a la vez que apunta’es un cuerpo normal, para mí este cuerpo está bien’. Ya no llevaba flequillo, aunque seguía luciendo una larga melena.

SEPARACIÓN DE SUS PADRES
Después sus padres iniciaron su separación y esto afectó emocionalmente a Anita, lo que se reflejó en su aspecto físico. Como ella dice, en cada etapa nueva de su vida, cambia de peinado, y en aquella época se colocó unas extensiones de color rubio platino que ahora no le gustan nada porque dice que eran un poco chonis y tenían las puntas quemadas. El estrés se apoderó de ella y esto le provocó una pérdida de peso muy notable que se apreciaba también en su cara, que se veía con rasgos más finos.

OPERACIÓN DE PECHO
Poco después decidió operarse el pecho y ponerse una talla más pequeña con la que se sintiese más cómoda. Esto, junto con los kilos perdidos, le dieron una apariencia más estilizada y Anita Matamoros pudo librarse de muchas inseguridades. Esto fue a principios de 2019, un año que inauguraba con su correspondiente paso por la peluquería, esta vez para pasarse al castaño.

CUERPO FITNESS
Ahora, Anita Matamoros se ha sumado a la moda del fitness y luce un cuerpo supertonificado. Empezó a adquirir el hábito cuando se fue a estudiar a Milán, y allí empezó a ir a diario al gimnasio. Enseguida notó los cambios y desde entonces no lo ha dejado. Ahora, afirma que está muy contenta y satisfecha con su cuerpo y con su rutina diaria de cuidados para seguir viéndose bien.
