El famoso chef Serfi Arola estuvo casado durante diecisiete años con Sara Fort. Juntos formaban un gran equipo, y lograron fundar un imperio gastronómico envidiable para todo el sector. Sin embargo, la mala gestión económica, hizo que el matrimonio perdiera todo lo que habían conseguido. A esta mala racha se le sumó un desgaste sentimental que terminó con la ruptura de la pareja. Después de una época oscura, Sergi Arola logró recuperar la ilusión con un polémico rostro televisivo: Silvia Fominaya. El cocinero más famoso del país perdió la cabeza por la modelo. Intentó relanzar su carrera, blanquear su imagen, e incluso llegó a montar un restaurante para darle trabajo. Pero, los continuos desplantes de Silvia, y un nuevo azote económico que recibió el chef, hizo que la relación no funcionara. Aunque el cocinero haya sido noticia en las últimas horas por su reciente y llamativa pedida de mano a Francesca Laree, Sergi Arola, pasó por uno de los peores momentos de su vida. ¿Quieres saber cómo fue este amor que le volvió loco?
Así comenzó la triste historia
> Después de dos años sin encontrar a nadie con quien compartir su vida sentimental, Sergi Arola sorprendió a sus seguidores con una publicación donde anunciaba quien era su nueva pareja. “¿Se puede pedir más?”, les preguntaba, acompañando el mensaje con una fotografía junto a Silvia Fominaya. Los rumores sobre su posible relación eran cada vez más fuertes. Por aquel entonces, Silvia se encontraba en pleno proceso de separación y, que la prensa hablara de su nueva vida, le estaba resultando perjudicial. Por ello, después de ser pillados cenando juntos en uno de los restaurantes que el cocinero tenía en Madrid, no tuvieron más remedio que confirmar la noticia.
“Somos pareja, y estoy muy feliz”, declaró Sergi Arola a unos periodistas que le preguntaron sobre el tema. La prensa se hizo eco del gran apoyo que el chef le estaba blindando a su novia durante la batalla judicial que había emprendido contra su exmarido. De esta forma, Silvia no tuvo más remedio que agradecérselo públicamente. “Es una persona increíble, y un gran profesional. He ido a todos sus locales”, comentó. La pareja se conoció en uno de los restaurantes de Sergi. Después de conocer el traumático divorcio por el que estaba pasando su clienta, pues acusaba a su exmarido de haberla maltratado, se puso en contacto con ella para mostrarle su apoyo. Empezaron así una bonita relación que duró, oficialmente, poco más de un año.
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El compromiso matrimonial rompió la pareja
> En 2016, Silvia Fominaya se convertía en portada de QMD por una triste noticia: “Hemos roto. Estaba muy asfixiada”. Según el testimonio de la modelo, el cocinero, no logró mantener una buena relación con los hijos que tenía de su anterior matrimonio. El nuevo entramado empresarial que estaba urdiendo Sergi, le restaba mucho tiempo y no podía cuidar la relación. Sin embargo, el chef no se daba cuenta del problema, e incluso intentó comprometerse con ella. “El 14 de febrero me trajo una sortija”, comentó con cierta sorna. Muchos medios criticaban el aprovechamiento que Silvia estaba haciendo de la imagen de Sergi. Por ello, antes de que la opinión pública se le echara encima declaró: “Es un ser estupendo, pero mi cabeza está en otra cosa”.
Esta declaración no le ayudó, pues los periodistas se pusieron a investigar que le estaba robando la calma a la presentadora. De esta forma, se empezó a hablar de que Silvia prefería no tener pareja para salir beneficiada de la separación que había emprendido contra su millonaria expareja. Después de meses en los que ningún medio logró obtener declaraciones de Sergi, la modelo declaró: “La ruptura no fue por una tercera persona. Me gustaría volver”. El cocinero se doblegó a la voluntad de su novia y retomaron la relación, pero no por mucho tiempo.
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El proyecto que volvió a unirles les costó la ruina
> Después de hacer público su intención de retomar la relación con Sergi, Fominaya jugó al despiste durante mucho tiempo. La cosa siguió así hasta que, en 2017, el chef le propuso un negocio. “Sigo enamorado de ella, conocerla es amarla”, declaró poco antes de empezar a trabajar juntos. Por su parte, Silvia se mantenía reacia y declaraba a la prensa que estaba con él porque le subía la autoestima, pero no iban a volver a ser pareja. Sin embargo, aceptó ser socia de Por la jeta, un restaurante en Coruña. El negocio, fue considerado como una de las peores inversiones de Sergi. Y Silvia, no tardó en responsabilizarle del fracaso: “Se le ocurrió a él. Después de once meses nos dimos cuenta de que era una ruina. Estoy pagando yo todas las facturas”.
Un año después, en 2018, empezó la batalla pública de Fominaya contra el chef. Según su testimonio, Sergi se desentendió del restaurante que montaron y todas las reclamaciones se las estaban haciendo a ella. Los cinco empleados del negocio, interpusieron una denuncia contra la modelo donde la exigían una elevada indemnización. Una persona muy cercana a Silvia, contó que el cocinero no quería figurar en los registros de Por la jeta porque debía siete millones de euros a Hacienda. De esta forma, la ruina que había ocasionado el local de Coruña solo le estaba perjudicando a ella. “Está viviendo una auténtica pesadilla”, declaró uno de sus familiares. ¿Pero, que había detrás de este infierno?
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El pasado de Fominaya que Sergi intentó borrar
> Silvia Fominaya fue acusada de aprovecharse de la buena situación económica de su exmarido. Después de separarse, le exigía una pensión de 6.000 euros para ella, y otra de 8.900 para sus hijos. La batalla judicial se extendió demasiado tiempo, así que la modelo empezó a tener problemas económicos. Asustadas por las graves acusaciones que su entorno hizo sobre Arola, se vio obligada a conceder una entrevista en Lecturas: “Es todo mentira, no estoy arruinada. Si Sergi no me coge el teléfono es porque tiene mucho trabajo”. La modelo reconocía tener una deuda de 15.000 euros, pero, según ella, estaba controlada. Estas declaraciones, realizadas en 2019, volvieron a reanimar los rumores de una nueva reconciliación de la pareja.
Sin embargo, Sergi había ya llegado al límite. Había sido fotografiado en un lamentable estado por las calles de Madrid. Muchos periodistas señalaron los intentos que hizo por abrirle puertas a su pareja, a pesar de que el empeño estaba manchando su carrera. Los espectadores, no conseguían olvidar el polémico papel que Silvia Fominaya jugaba en el mítico programa Crónicas marcianas. Para estirar su fama, llegó a insinuar, en una entrevista concedida a Kiko Hernández, que había mantenido relaciones con Javier Sardá. También dejó en el aire su posible idilio con Alessandro Lequio y aseguró que por su cama habían pasado muchos rostros conocidos. Sergi Arola no tuvo en cuenta todos los escándalos de Silvia y se esforzó por tener un futuro junto a ella. La historia terminó muy mal, ¿Tendrá más suerte con su nueva pareja?