Rocío Flores se encuentra en su mejor año, al menos hasta ahora, gracias a su paso por ‘Supervivientes’. El reality le ha servido como trampolín mediático para convertirse en uno de los rostros más populares de la televisión actual y uno de los personajes mejor pagados. Vaya, que este 2020 su cuenta se ha llenado de ceros de forma vertiginosa. Pero la joven de 23 años ya llegó al programa de supervivencia con un caché muy alto, porque, aunque pocos lo recuerden ya, Rocío ya había hecho bastantes apariciones en los platós de Telecinco. De hecho fue uno de los personajes principales de la edición ‘GH VIP 7’ sin haber entrado ella como concursante.
APROVECHANDO UNA FAMA QUE LE VIENE DE FAMILIA
Rocío Flores Carrasco viene de una familia popular que se niega a soltar la fama, una fama que surgió de la matriarca, Rocío Jurado. Aunque su infancia y adolescencia transcurrieron con discreción, al poco de su mayoría de edad, la hija de Rocío Carrasco decidió aprovechar esa oportunidad familiar. El salto a televisión lo dio como defensora de su padre, Antonio David Flores, cuando este estuvo participando en la séptima edición de famosos de ‘Gran Hermano’. Con esta participación en los debates, la joven demostró un fuerte carácter y un carisma televisivo para provocar reacciones entre el público y los espectadores. De esta manera Mediaset decidía fichar por ella para concursar en ‘Supervivientes 2020’.

RECIBIENDO A SU TÍA GLORIA CAMILA
Su primera aparición en televisión, sin embargo, se remonta a 2017 cuando su tía Gloria Camila participó en la edición de ese año de ‘Supervivientes’ junto que el que era su pareja de entonces, Kiko Jiménez. Rocío Flores está muy unida a Camila, hija de Ortega Cano y Rocío Jurado, y por eso se acercó al plató de Telecinco para recibir a Camila a su llegada desde Honduras. En aquella ocasión veíamos a una Rocío un poco más tímida y muy diferente a la imagen que ofrece en la actualidad, que no quiso hablar mucho a las cámaras y se limitó a felicitar y besar a Gloria Camila.

TRAPOS SUCIOS PARA MANTENERSE EN EL CANDELERO
Mediaset apostó por ella y ganó, ya que Rocío ha demostrado tener una personalidad capaz de generar contenidos y dar mucho que hablar. La joven ha mantenido la atención y el interés sobre su persona recurriendo a sus problemas con su madre, cuya relación actual es inexistente a pesar de los numerosos llamamientos que ha hecho en público para pedir una reconciliación. El motivo exacto de esta ruptura entre madre e hija no se ha desvelado del todo, pero se apunta a una posible discusión con violencia por parte de Rocío Flores, cuando esta estaba atravesando por una adolescencia conflictiva.

COACH DE VIDA SALUDABLE
Aunque Rocío se crio en un ambiente muy mediático, en un principio parecía que la joven se resistía a formar parte de ese mundillo. De hecho, cuando su tía Gloria Camila entró como concursante en ‘Superivientes’ su nombre comenzó a sonar como una de las próximas candidatas en la siguiente edición. Algo que ella desmintió rápidamente diciendo que no participaría en el concurso porque era incompatible con sus estudios. Su discreción era tal que jamás se había sabido por ninguna fuente, cuáles eran esos estudios. Gracias a las redes sociales supimos que la formación de la nieta de la Jurado está dirigida a la alimentación y los buenos hábitos, y durante un tiempo llegó a ejercer como coach de vida saludable, ofreciendo asesoramiento personalizado a sus clientes. Según ha revelado su padre Antonio David, la joven pretende retomar sus estudios de nutrición y reencaminar de nuevo su vida laboral.
