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El vestido inflamable de Pilar Rubio y el chaquƩ de invierno de Sergio Ramos

Ha sido, con permiso de BelƩn Esteban, la boda del aƱo. El enlace que ha unido a Sergio Ramos y Pilar Rubio ha acaparado todos los titulares. No solo porque eran la pareja perfecta que daba el sƭ quiero, sino tambiƩn por los invitados que acudieron a la ceremonia. En Cotilleo.es hemos hecho el contra reportaje con quince fotografƭas exclusivas, pero tambiƩn queremos poner el acento en el vestuario que los novios escogieron. Todo un error.

El vestido inflamable de Pilar Rubio y el chaquƩ de invierno de Sergio Ramos

MĆ”s que una novia elegante, discreta y a la moda, Pilar Rubio parecĆ­a una invitada cualquiera de un capĆ­tulo de los Gipsy King. DesacertĆ³ en su estilismo, en el vestido escogido recargado de brillantes, aderezos y una tela que, desde lejos, resultaba inflamable. Hubiera bastado una cerilla para que la presentadora hubiera prendido como una falla.

Ā«En Cotilleo.es seguimos teniendo pesadillas con el ramo de flores negras. ĀæPensaba Pilar que era la novia cadĆ”ver?Ā»

Nadie entendiĆ³ -aunque nadie lo manifieste- esas trenzas colganderas con las que parecĆ­a querer hacer un homenaje a Pocahontas. Se equivocĆ³ tambiĆ©n en el maquillaje y en los pendientes, que parecĆ­an comprados en el mercadillo. En Cotilleo.es, ademĆ”s, seguimos teniendo pesadillas con el ramo de flores negras escogido. ĀæPensaba Pilar que era la novia cadĆ”ver?

Un novio demasiado teƱido

El vestido inflamable de Pilar Rubio y el chaquƩ de invierno de Sergio Ramos

Sergio se pasĆ³ con el agua oxigenada del pelo. El peluquero que cincelĆ³ (sic) su tupĆ© -y el del padre de la novia- gastĆ³ mĆ”s laca que Tamara -la mala- en su Ć©poca dorada. El chaquĆ© escogido no le hacĆ­a justicia, quizĆ”s demasiado rimbombante, con un estampado de cuadros y una tela que parecĆ­a mĆ”s bien un abrigo de invierno, de felpa. Ā”QuĆ© calor!

Ā«El chaquĆ© escogido por Sergio parecĆ­a mĆ”s bien un abrigo de invierno, de felpaĀ»

Conociendo al astro merengue, lo extraƱo en Ć©l es que no hubiera decidido apostar por un traje fucsia o verde limĆ³n. Los zapatos que escogiĆ³ tampoco fueron los mĆ”s correctos. Por cierto, alguien debiĆ³ decirle que los puƱos de la camisa -tenemos prueba grĆ”fica- estaban desiguales. ĀæAcaso nadie prestĆ³ atenciĆ³n?