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El pacto de doña Sofía y don Juan Carlos, sin amor pero multimillonarios

Doña Sofía y don Juan Carlos no han sido nunca lo que se dice un matrimonio feliz. Las desavenencias entre la pareja empezaron en la luna de miel. Eso marcaría profundamente el devenir de los protagonistas. El rey seguiría cultivando amigas especiales y la reina cumpliendo con su deber. Sin embargo, en algo sí han estado de acuerdo, en amasar una incalculable fortuna. Te lo contamos todo a continuación.

Sofía, todo con Juan Carlos, nada sin él

El pacto de doña Sofía y don Juan Carlos, sin amor pero multimillonarios

> Poco le duró la pasión a don Juan Carlos. Tras contraer matrimonio, el entonces príncipe cometió un error que marcaría su relación con doña Sofía. Ella le pilló con las manos en la masa mientras daban la vuelta al mundo. Aquello hundió a la princesa griega, que quiso deshacer el vínculo y regresar con su familia. Prueba de eso es que los parlamentarios griegos empezaron a preguntar si la dote de la princesa volvería a las arcas públicas en caso de divorcio.

Se vivieron momentos de gran tensión entre la pareja. Al final, convencieron a Sofía para que diera otra oportunidad a su marido. Se resignó y lo hizo. Mucho tuvo que ver su madre, que le advirtió que si su vida con don Juan Carlos le parecía infeliz, que imaginara lo que ocurriría si se separaba. Le habló de una existencia errante regada por las consecuencias de no tener fortuna económica propia. Parece exagerado pero así era entonces.

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El pacto de Sofía y Juan Carlos

Reina Sofía y Rey Juan Carlos

> Una de las dotes más reconocidas de don Juan Carlos ha sido la de hacerse con dinero vía comisiones. Desde el principio tuvo claro que el dinero estaba en hacer de puente entre los diferentes intereses. Eran muchos los empresarios que recurrían a él buscando ayuda para establecer puentes comerciales con otros países. Y el rey, con grandes contactos, prestaba su ayuda a cambio de un pequeño porcentaje.

Pronto vio doña Sofía cómo funcionaba su marido y pensó: “Mejor con él que contra él”. Así las cosas, aceptó y se integró en el engranaje económico tejido por don Juan Carlos. Eso sí, todo bajo el manto de la discreción y la no ostentación, las dos señas de identidad más conocidas de la reina.

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¿A cuánto asciende la fortuna de los reyes?

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> La fortuna de los reyes es incalculable. En 2003, Forbes la cifró en 1.790 millones de euros. A don Juan Carlos no le gustó que se hicieran públicos este tipo de datos y conminó a las publicaciones financieras a dejar de husmear donde no les correspondía. Con el paso de los años, el poderío económico de don Juan Carlos y doña Sofía se ha visto incrementado en mucho. Al dinero hay que añadir el patrimonio inmobiliario.

Don Juan Carlos desplegó una gran actividad durante el tiempo que estuvo unido a Corinna. La voracidad económica de ella era muy parecida a la de él. Hicieron muchos negocios juntos y el rey desplegó todos sus encantos para conseguir esos acuerdos comerciales que tan beneficiosos eran para él. Llegó un momento en que ya no se conformaba con la comisión inicial, quería recibir otras según el tiempo de duración del contrato.

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Sofía mira para otro lado y pone la mano

El pacto de doña Sofía y don Juan Carlos, sin amor pero multimillonarios

> Doña Sofía lleva una vida donde se permite muchos caprichos. Por ejemplo, ha desembolsado grandes cantidades económicas para pagar los estudios de sus nietos.  Un año en uno de esos centros elitistas en el extranjero no baja de los 60.000 euros, eso sin incluir los gastos de manutención, que también corren de su parte. Por no hablar de su afición a viajar. Ha recorrido el mundo en su afan por empaparse de nuevas culturas. Una afición que poco tiene de barata, pues a ella le gusta desplazarse de una manera determinada y siempre acompañada.

En los peores momentos de su familia, ahí estado la reina para ayudar económicamente. A veces, Constantino ha pasado estrecheces para sacar a su familia adelante. Los gastos de su hermana Irene también han corrido a su cargo durante años. Todo cambió cuando el gobierno griego compensó a Tino e Irene por la expropiación de sus propiedades.

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Sofía y Juan Carlos, una vida de lujo

El pacto de doña Sofía y don Juan Carlos, sin amor pero multimillonarios

> En representación de sus cargos, Juan Carlos y Sofía trabajan con gastos pagados. Todo corre a cargo del erario público. En el apartado coches, tienen a su disposición los que quieran  por cortesía de las firmas automovilísticas. También reciben generosos obsequios de otras firmas que buscan su apoyo. Eso por no hablar de los empresarios que les han dado ingentes cantidades de dinero.

El fallecido Ruiz Mateos explicaba que acudía a Zarzuela con un maletín lleno de dinero que don Juan Carlos cogía al vuelo. Doña Sofía no era ajena a esto, dado que siempre ha tenido personas en palacio que la informaban de todos los movimientos de su marido. Parece que el rey prefería darle su parte antes que aguantar un chaparrón verbal.