Es el periodista que mĆ”s afilado tiene el colmillo contra la Casa Real. Tras haber mantenido una estrecha relaciĆ³n con Juan Carlos de BorbĆ³n, no se deja nada en el tintero. Sus dardos contra Letizia Ortiz se suceden con una frecuencia insĆ³lita. Pero ahora ha ido mucho mĆ”s lejos y ha dejado al descubierto al propio rey Felipe VI.
Una mala relaciĆ³n que viene de lejos
>Ā Para entender lo que hoy vamos a contar hay que explicar que la relaciĆ³n de Jaime PeƱafiel y la reina Letizia es la de un amor imposible. El periodista no ha escondido que tiene cierta animadversiĆ³n por la reina consorte, a quien siempre ha considerado una equivocaciĆ³n en el curriculum sentimental de Felipe de BorbĆ³n. Fue muy crĆtico al inicio de la relaciĆ³n al destacar que los padres de Letizia estaban divorciados y que su abuelo era taxista. Pero sus crĆticas se han ido multiplicando durante los Ćŗltimos aƱos, subrayando especialmente aquellos errores protocolarios y/o de carĆ”cter que ha protagonizado. Sin embargo, en esta ocasiĆ³n ha querido dar un paso mĆ”s y explicar algo que llevaba mucho tiempo silenciando.
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Dejarlo todo, incluso su mayor pasiĆ³n
>Ā Ser reina consorte tiene consecuencias indiscutibles. Letizia tuvo que dejar atrĆ”s una vida periodĆstica de Ć©xito y reputaciĆ³n para convertirse en la esposa del heredero al trono. Aquello supuso un corte radical con lo que, hasta el momento, Letizia desarrollaba en su faceta profesional. Se despidiĆ³ del mundo del periodismo para siempre. Lo hizo sin alharacas ni ruido. De manera discreta, abordĆ³ su nueva vida con las directrices que le iban marcando desde Casa Real. Sobre todo la reina SofĆa quien, por aquel entonces, sentĆa simpatĆa por ella.
Sin embargo, lo que nunca imaginĆ³ Letizia es que tambiĆ©n debĆa comportarse de forma diferente en la intimidad. PeƱafiel explica que el rey Felipe le hizo una prohibiciĆ³n categĆ³rica antes de casarse: tenĆa que dejar de escribir textos, incluso en privado. Los motivos, son mĆ”s que sorprendentes y esconden el miedo de nuestro Rey. Su flaqueza mĆ”s inesperada.
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Nada de escribir en casa
>Ā SegĆŗn esta misma informaciĆ³n, el rey Felipe prohibiĆ³ a Letizia que siguiera elaborando textos en su casa. No querĆa que la que iba a convertirse en su mujer pudiera tener un diario, por ejemplo, en el que explicar su dĆa a dĆa. Tampoco que hiciera referencia a ninguno de los asuntos concernientes a su vida pĆŗblica. El miedo del Jefe del Estado era que esos documentos pudieran hacerse pĆŗblicos en algĆŗn momento y, por tanto, provocar un escĆ”ndalo de dimensiones desconocidas en la InstituciĆ³n.Ā AsĆ pues, Letizia comulgĆ³ con la peticiĆ³n de su prometido y evitĆ³ que su pasiĆ³n por la escritura fuera una afrenta a la Casa Real. Y es que la Reina puede ser traicionada. No es la primera vez.
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El temor del Rey que se cumpliĆ³
> El miedo de Felipe VI no parece infundado despuĆ©s de que hayan pasado varios aƱos desde su peticiĆ³n. Sobre todo tras publicarse el libro AdiĆ³s Princesa que su propio primo, David Rocasolano, escribiĆ³ para descubrir los secretos inconfesables de doƱa Letizia. No serĆa la primera vez en la que su vida privada se verĆa envuelta en un escĆ”ndalo. TambiĆ©n los mensajes de texto enviados a LĆ³pez Madrid evidenciaron sus flaquezas. Y es que don Felipe ya sabĆa que todo esto podĆa suceder. Al menos es lo que explica Jaime PeƱafiel: Ā«Al parecer, Felipe la sorprendiĆ³ escribiendo. Y se lo prohibiĆ³. Cuando entonces podĆa. Craso error.Ā LaĀ Reina Isabel de InglaterraĀ lleva su diario. Lo redacta todos los dĆas antes de acostarse. Me gustarĆa que la mujer de Felipe hubiera retomado aquella iniciativaĀ».
Pero aunque lo quiera disimular, PeƱafiel tiene fijaciĆ³n con Letizia. Las Ćŗltimas palabras dedicadas a las hijas de la reina, han dejado en evidencia que lo suyo es mucho mĆ”s profundo. AtenciĆ³n a lo que expone.
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La educaciĆ³n de las infantas
>Ā La faceta deĀ doƱa LetiziaĀ como madre ha sido puesta en cuestiĆ³n porĀ Jaime. AsĆ se expresĆ³ el periodista: āLetiziaĀ estĆ” deformando el carĆ”cter de las niƱas. Simplemente son niƱas y hay que educarlas como talā¦Ā LetiziaĀ ve aĀ LeonorĀ como la futura reina de EspaƱa, y creer eso es ser demasiado optimista. No sabemos si para entonces habrĆ” monarquĆaā.
El periodista no entiende como siendo la soberana nieta de taxista e hija de una madre sindicalista de izquierdas, āestĆ© dando este tipo de educaciĆ³n a sus hijasā. Una vez mĆ”s,Ā PeƱafielĀ pone el ejemplo deĀ doƱa SofĆaĀ por delante: āHasta determinada edad todos los niƱos se educan igual.Ā FelipeĀ se educĆ³ como un niƱo normal. A la reinaĀ SofĆaĀ le aconsejaron que dejase a su hijo asistir a las fiestas de cumpleaƱos de los demĆ”s niƱos y ella cediĆ³ā. TambiĆ©n resalta las diferencia de crianza entre las infantas y otros miembros de su generaciĆ³n pertenecientes a diferentes casas reales: āLa mayorĆa de monarquĆas europeas llevan a sus hijos a colegios pĆŗblicos. Las hijas del rey estĆ”n en un ambiente muy restringidoā.
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Ā«Casi no me deja verlasĀ»
>Ā Efectivamente, asĆ es. A pesar de que muchas voces apuntaban queĀ doƱa SofĆaĀ tenĆa ubicada su residencia habitual en Londres, lo cierto es que vive en Zarzuela. El Palacio estĆ” a menos de 500 metros delĀ PabellĆ³n del PrĆncipe, lugar en el que viven los reyes de EspaƱa,Ā Felipe y LetiziaĀ y junto a sus hijas, las infantasĀ Leonor y SofĆa.
Cuando los monarcas viajan fuera de Madrid por cuestiones profesionales (e incluso personales) y a pesar de tener servicio expreso para las infantas, piden aĀ Paloma Rocasolano, madre deĀ Letizia, que se quede al cuidado de las pequeƱas, algo que escuece profundamente a la madre del reyĀ Felipe: Ā«Casi no me dejan verlas. Sin embargo, la madre deĀ LetiziaĀ se pasa allĆ el dĆaĀ», comentĆ³, dolida, la reinaĀ SofĆa.
PeƱafielĀ siempre ha estado mĆ”s cerca deĀ doƱa SofĆaĀ que deĀ Letizia. No es ningĆŗn secreto. AdemĆ”s, en ocasiones ha sentido vĆa libre para cargar contraĀ la esposa de Felipe. Recordamos, a continuaciĆ³n, algunas de las injurias mĆ”s graves que ha vertido sobre la reina consorte de EspaƱa.