Ángel Garó lleva días presionando para que sus «defensores» se han oír en ‘Sálvame’. Y dicho y hecho, porque ayer tres de sus ex compañeros en TVE, Millán Salcedo, Manolo Royo y Paco Arévalo, salieron en su defensa. Pero Garó esperaba que la presencia ayer del ex novio de Darío desmontase la versión del ya famoso denunciante, pero el discurso no salió con el brío que el ex del ‘Un, dos, tres’ esperaba. El cómico sigue vendiendo que él es una víctima de este caso, aunque los audios aireados por ‘Sábado Deluxe’ ponen al menos en duda este hecho. Pero Garó sigue con la suya: «¿Sabes de lo que me acuerdo en estos días? De Jesús Vázquez, que la madre murió con esa pena de no saber que su hijo era inocente. De Francis Montesinos, que le quisieron hundir y le acusaron de pederastia y no era cierto. Por eso sé que todo se arreglará. Pasaré mi cruz y lo que espero es fortalecerme con esto».
Pero no ayuda a fortalecerse que Belén Esteban, cansada de ver como la hemeroteca evidencia que Garó la ha atacado por vender su vida, ayer estallase: «Cada uno se gana la vida como puede o como quiere. Yo he hablado siempre de él con respeto». Menos respetuoso fue José María, ex de Darío, que señaló que se dedica a vender amor a cambio de regalos. Casi nada. Y siguió: «Es un mentiroso, se dedica a estafar emocionalmente a sus parejas. La situación era insostenible, eran mentiras y donde había un jaleo siempre estaba él metido». Pero su testimonio es al menos chocante por tres razones: Garó había cebado su presencia en conversación telefónica con ‘Sálvame’, el tal José María reconocía haberse puesto en contacto con el humorista y las denuncias que le lanzó a Darío son similares al retrato que se ha dibujado sobre Garó estos días en prensa.
Dice José María que Darío es un «sinvergüenza», añadiendo que «no he pasado tanta verguenza en mi vida como cuando nos echaron de un piso porque robó una cartera. A mí me decía que era enfermero de un hospital, pero era pinche. Él se hacía moratones cuando había broncas. En un viaje paraba a la gente por la calle para preguntarles si no sabían quién era él. Se quiere hacer famoso». Es decir, que José María le achaca a Darío la megalomanía que algunos barruntan sobre Garó, que pese a las llamadas de sus familiares y compañeros y pese a entrevistas como la de ayer, sigue estando con la reputación por los tobillos. No sabemos cómo reaccionará Ángel, que ayer señalaba que no estaba mal, pero tampoco bien. Pero sorprendentemente reconocía no estar pletórico porque es una persona muy sensible, por lo cual le duelen las desgracias mundiales. No sabemos si Garó finalmente se prestará a acudir a los platós, pero ayer ya prometió que «rodarán cabezas» porque tiene 15 abogados a su cargo, que contrastan con los 3 de Darío, acusado ayer de todos los males por su ex.
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