Tras un parón en su carrera, Gabriela Arrocet, vocalista del grupo Maela, vuelve a los escenarios. La primogénita de Edmundo Arrocet presentaba el pasado sábado a las 19.30 de la tarde en el Jardín de las Artes de la Fundación de Santiago de Chile su último trabajo discográfico tras casi cuatro años de silencio debido a cuestiones profesionales y también personales.
Gabriela confiaba en sí misma, se apoyaba en su banda, tenía al público de su tierra, Chile, a sus pies. Pero algo falló. La joven sintió profundamente la ausencia y el vacío de su padre que, aunque sabía que no podía estar físicamente por sus inminentes proyectos profesionales, no terminó de entender por qué Bigote, no se manifestó de cualquier otra forma. Su noche quedó truncada. Un acontecimiento que se figuraba dulce se tornó en amargo. Gabriela no recibió, ante su nueva aventura y éxito profesional, ni el más mínimo reconocimiento o palabra de apoyo y cariño por parte del futuro participante de ‘Supervivientes’ más concentrado ahora en su nueva vida de estrella de primer cartel en un reality show que en sus funciones sentimentales básicas como padre.
Si bien es cierto, la relación entre ellos no es demasiado fluida, no obstante sí que se intercambian mensajes de vez en cuando. WhatsApp es una aplicación global que conecta móviles a través del mundo y por supuesto, Chile con España, no iba a ser menos. De hecho, el inicio de la relación entre María Teresa Campos y Bigote Arrocet fue a través de esta célebre app de mensajes gratuitos mientras él se encontraba en Chile y ella en nuestro país.
Gabriela es la mayor de sus hijos, la primera, y fuentes cercanas a la hija de Edmundo nos afirman que «está muy molesta porque cada paso que da con sus otros hijos, lo sabe el mundo entero. Y ella dice que también es su hija, ‘¡la primera de todas!'».
