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Rafael Amargo desmiente enfadado a sus supuestas exparejas que han salido en televisiĆ³n

Mucho mĆ”s tranquilo, y con el apoyo incondicional de sus padres y de su mujer, Luciana, Rafael Amargo continĆŗa triunfando en el Teatro de La Latina con Ā«YermaĀ» que, finalmente y tras su detenciĆ³n por trĆ”fico de drogas y pertenencia a grupo criminal, estrenĆ³ el pasado sĆ”bado.

Defendiendo su inocencia y enfadado por las entrevistas que han concedido varias de sus exparejas – no dejĆ”ndole en demasiado buen lugar por su carĆ”cter violento, egĆ³latra, egoĆ­sta, y por sus adicciones y su afĆ”n por gastar dinero a espuertas – Amargo llegaba al teatro muy molesto porque Ā«no son ex, ni la mitad, ni ninguno. Os lo inventĆ”is todo. DejĆ”is ganar minutos de televisiĆ³n con gente que es mentira, que yo no he estado. La gente que ha estado conmigo y me quiere de verdad… eso es mentiraĀ».

Tras la funciĆ³n, en la que el bailarĆ­n arrancĆ³ una vez mĆ”s un aplauso unĆ”nime, y mucho mĆ”s tranquilo que a su llegada a Ā«La LatinaĀ» Rafael nos atendĆ­a amablemente para confesar que Ā«estoy contento de que el pĆŗblico este viniendo. La Ćŗnica pena que me da que con lo caros que son los minutos de televisiĆ³n los rellenen con… A buen en entendedor pocas palabras bastanĀ»

Asegurando que Ā«a la mitad ni los conozcoĀ», Amargo desmiente haber organizado fiestas en las que habĆ­a sexo, drogas y alcohol: Ā«En la vida he estado yo, a mĆ­ me gusta hacer las cosas de uno en uno, en grupo me disperso muchoĀ». Ā«Las personas que te quieren de verdad no van a esos sitios, y las personas que van a esos sitios que hablan son personas que tienen que vivir su momento de gloria. Me da muchĆ­sima, sobre todo porque al final quiĆ©n manda son los grandes directivos, que siendo tan inteligentes gasten minutos de tv en sacar esa basuraĀ», sostiene el bailarĆ­n.

AdemĆ”s, de un modo muy rotundo, desmiente su matrimonio con Luciana porque la fuesen a deportar a Argetina: Ā«Solamente entiendo de amor, lo demĆ”s es mentira. Me gustan los hombres y las mujeres, no me gustan los caballos cĆ³mo la que estuvo ayer que no la conozco de nadaĀ».

Bromeando con que estĆ” Ā«embarrado como YermaĀ», que no Ā«embargadoĀ», Rafa evita sin embargo hablar de uno de los niƱos que tuvo con Yolanda JimĆ©nez y que no es suyo sino de un amigo, cuyo apellido lleva. Un episodio doloroso sobre el que el bailaor prefiere mantener un silencio raro en Ć©l.