Este jueves, un incómodo momento televisivo se desarrolló en directo durante el programa ‘TardeAR’. Ana Rosa Quintana, presentadora del espacio, se trasladó a Sax, una localidad alicantina, para cubrir un reportaje sobre un caso de mujeres afectadas por la grabación de su jefe en el baño. Sin embargo, al iniciar la entrevista, Quintana notó que en el plano aparecía un reportero de otra cadena, específicamente del programa ‘Y ahora Sonsoles’, a quien no dudó en reprender públicamente y solicitar que abandonara el cuadro.
Desde que el programa ‘Sálvame’ finalizó hace casi un año, las tardes televisivas han cambiado considerablemente. La guerra de audiencias entre los programas vespertinos sigue siendo intensa, aunque rara vez se hable abiertamente de ello. Con la llegada de programas como ‘Ni que fuéramos’ a la televisión convencional, la lucha por captar la atención de la audiencia vespertina se ha intensificado. No obstante, las diferentes presentadoras han insistido en ignorar esta guerra, declarando tener una buena relación profesional entre ellas.
Como si estuvieran sincronizados, tanto el programa de Telecinco como el de Antena 3 abordaron el mismo tema: una denuncia en Sax, Alicante, donde varias trabajadoras han acusado a su jefe de grabarlas en el baño. Este hecho fue incluido en la programación vespertina de ambos canales el jueves.
Durante la conexión en directo, Ana Rosa Quintana presentó a Rosa, la portavoz de las víctimas, para dar paso a su reportera Carolina Barceló. Sin embargo, al abrir el plano, además de la reportera y la portavoz, apareció en escena un reportero de ‘Y ahora Sonsoles’. Ana Rosa no pudo contenerse y detuvo la transmisión para dirigirse al reportero de la competencia: “Disculpadme un momento. Perdona Carolina. Hay un compañero ahí que es de otra cadena, le ruego que se salga del plano porque yo esto no lo he visto en mi vida”, expresó con evidente molestia.
La situación no terminó allí. Ana Rosa Quintana, visiblemente sorprendida, continuó manifestando su descontento: “Estamos entrevistando a unas personas, si se quiere hacer famoso está bien”. Su sorpresa y crítica fueron contundentes: “Pero me parece que hay determinadas actitudes y prácticas que, en serio, yo no lo he visto en todos los años de mi carrera”. Antes de finalizar la conexión, Quintana lanzó un mensaje a la competencia: “No todo vale compañeros, no todo vale”.
Ana Rosa Quintana y Susana Griso
Este incidente destaca en un contexto donde la rivalidad entre los programas vespertinos sigue siendo palpable. Hace apenas un mes, Ana Rosa Quintana se encontró en una situación opuesta cuando defendió públicamente a su colega Susanna Griso, presentadora de Antena 3. Durante una transmisión en directo en ‘TardeAR’, un entrevistado insultó a ambas presentadoras, lo que llevó a Quintana a intervenir y exigir respeto hacia Griso.
En aquella ocasión, hablaban con el organizador de un evento cuyo cartel, que circuló por las redes sociales, sugería una orgía. El entrevistado expresó: “En ningún momento iba a haber una orgía, eso es morbo de Ana Rosa Quintana y la puta Griso”. Ana Rosa Quintana no dudó en reprender al entrevistado: “A mí que me llames manipuladora me da igual. Pero creo que debes pedir perdón a mi compañera Susanna Griso porque la has insultado gravemente”.
La respuesta de Susanna Griso no se hizo esperar. Al día siguiente, en su programa ‘Espejo Público’, agradeció públicamente a Quintana por defenderla: “Uno de los organizadores dice que las manipuladoras somos Ana Rosa y una servidora. Yo le agradezco a Ana Rosa que me haya defendido públicamente porque este sujeto me insultó”.
Estos episodios reflejan la compleja dinámica de competencia y solidaridad que existe entre las presentadoras de los principales programas vespertinos de la televisión española. Ana Rosa Quintana, con su vasta experiencia, no duda en defender su espacio y a sus colegas cuando lo considera necesario, destacando así su compromiso con la profesionalidad y el respeto en el medio televisivo.
El incidente del jueves subraya la tensión subyacente en la lucha por la audiencia, así como la capacidad de Ana Rosa Quintana para enfrentar situaciones adversas en directo. Su firmeza y crítica abierta a ciertas prácticas televisivas ponen de relieve los desafíos que enfrentan los presentadores en el competitivo mundo de la televisión vespertina.
